Los niños obesos son más propensos a tener asma de origen alérgico; además, el resultado de su tratamiento farmacológico es menos efectivo, confirman estudios publicado en Australia y Reino Unido.
La eficacia de los inhaladores se reduce en los niños obesos con asma y además su función ventilatoria y su actividad bronquial se ven afectadas de manera negativa, afirman científicos del Instituto de Investigación Médica John Hunter (Australia).
Otro estudio de la Universidad de Dundee (Escocia) ha mostrado como el índice de masa corporal (IMC) está relacionado con el efecto que tienen los medicamentos para el asma en niños con sobrepeso y niños con peso normal.
Según los expertos, la obesidad afecta al sistema respiratorio de los niños de dos maneras: altera su mecánica respiratoria y hace que el organismo esté en un estado proinflamatorio, lo que influye en la propia inflamación pulmonar.
Sin embargo la obesidad no es el único factor de riesgo del asma infantil, aunque si es de los más importantes. Según el sitio 20minutos.es, una revisión realizada por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de Barcelona señala otros factores:
- El tabaco (sobre todo si la madre fuma durante el embarazo).
- La contaminación.
- La exposición a los hongos en casas con manchas de humedad.
- Tener padres o familiares con asma.
La buena noticia es que existen factores de protección frente al asma infantil. Uno de ellos es la lactancia materna. Los niños lactados al pecho durante 6 meses tienen menos riesgo de asma, al menos en los primeros años de vida. La dieta mediterránea rica en frutas, verduras, proteínas, cereales y aceite de oliva también disminuye el riesgo.
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