El candidato presidencial Henrique Capriles señala en una columna este domingo que en todos los lugares del país que ha visitado, quienes se acercan a él hablan del problema de la inseguridad.
A continuación la columna de Capriles:
En nuestros recorridos por el país no ha habido ninguna comunidad en la que no se me haya acercado alguien a hablarme del problema de la inseguridad, a pedir seguridad.
Hasta los niños están preocupados por el tema de la seguridad. Me lo han dicho: “yo quiero poder salir a jugar en la calle y no puedo”. Y no es justo que vivamos así. No es justo que nuestros niños estén creciendo encerrados y con miedo. Los venezolanos merecemos recuperar nuestra vida: tranquilidad es lo que queremos y lo que merecemos. ¡Es hora de que podamos recorrer nuestras calles sin miedo!
Las cifras de la violencia en nuestro país son aterradoras:
• La tasa de homicidios pasó de 19 por cada cien mil habitantes, en el año 1998, a 64 por cada cien mil habitantes en 2011.
• Desde 1998 hasta 2011 han sido asesinados entre 153 mil y 159 mil venezolanos. El número preciso es imposible de conseguir por la falta de transparencia en las cifras oficiales.
• En nuestro país muere un venezolano cada 30 minutos y otro es secuestrado cada ocho horas.
Es innegable que no sentimos confianza en las autoridades que deben velar por nuestra seguridad. Vivimos con miedo, mal y replegados, con la delincuencia mandando en las calles. ¡Ya está bueno de esa oscuridad en la que nos quieren obligar a vivir!
Para el gobierno central esta realidad fue sólo una sensación durante mucho tiempo. Ahora, a un poco más de cuatro meses de las elecciones, quieren crear la ilusión de que están atendiendo el problema. Pero lo hacen después de 18 planes de seguridad fracasados, aplicados durante 14 años en los cuales se ha puesto en evidencia que no pudieron con la inseguridad. Y eso es algo que todos sabemos, incluso quienes apoyan a la tendencia política del actual Presidente.
El estado actual de las cosas tiene un responsable y ese responsable es el Presidente de la República. Luego de tantos años de falta de voluntad política, luego de irrespetar el dolor de la gente diciendo que miles de muertes son producto de una ilusión, nos dicen que tienen una Misión. Una Gran Misión, dicen. Catorce años después.
¿Quién puede creer que ahora sí se va a solucionar, si en este tiempo sólo ha empeorado? ¿Cómo creerle a quienes ocultan cifras y nos mienten, para evadir su responsabilidad? ¿Cómo creerle a alguien que nunca se ha puesto al frente de este flagelo de muerte que ya desbordó las ciudades y llegó al campo?
Nunca han tenido la voluntad política para resolver esta situación. El gobierno central ha dejado que nos roben hasta la posibilidad de imaginar un futuro. Pero nosotros no vamos a permitir que nos roben la esperanza.
Yo sí asumo la responsabilidad de ponerme al frente para resolver esta situación. Mi compromiso y el compromiso de mi equipo es: cero tolerancia frente a la violencia, el delito y la impunidad. Conocemos el tamaño de la responsabilidad y vinimos a comprometernos con tu vida.
Cuatro áreas para alcanzar la tranquilidad
Tenemos un plan integral que también te incluye. En las próximas elecciones vamos a elegir entre la vida y la muerte, y tú y yo sabemos que Venezuela quiere elegir la vida. ¡Aquí hay un camino para la vida!
El Plan Seguridad para Todos se articula en cuatro áreas de acción: prevención, cuerpos policiales, sistemas de justicia y sistema carcelario.
La prevención empieza con la educación. Donde hay una escuela, ahí no hay violencia. Vamos a desarrollar programas para la formación y la construcción de ciudadanía. Sabemos que con voluntad y esfuerzo conjunto podemos lograrlo.
También formaremos promotores de paz, que puedan velar por la solución de conflictos de manera ágil para adelantarnos a la violencia. Así como recuperaremos los espacios públicos para que las ciudades y los pueblos sean disfrutados por las familias de bien.
Un plan de seguridad no puede reducirse a simples operativos policiales. Pero sí necesitamos más y mejores policías. Hay que mejorar la situación de nuestros cuerpos policiales y hay que eliminar la corrupción. No queremos policías comprometidos con una revolución ni con un partido, sino comprometidos con la seguridad de las personas.
Yo viví en carne propia el sistema de justicia de este país. No es justo que tengamos jueces y fiscales que administren la justicia detrás de una bandera política. El país necesita jueces comprometidos con la justicia. Nosotros vamos a generar las condiciones de un país donde haya una sana administración de justicia, porque sabemos que si no hay justicia no hay futuro.
Son varios los sucesos que demuestran que el gobierno central no pudo con el problema carcelario. Hace años prometieron que iban a humanizar las cárceles, que iban a reformar el sistema penitenciario. ¡Aquí no se ha humanizado ninguna cárcel! Nuestras cárceles se han convertido en universidades del delito, cuando deben ser espacios para la rehabilitación de los privados de libertad y vamos a crear las condiciones para que esto suceda.
Yo me pongo al frente de las soluciones y asumo la responsabilidad: en un año resolvemos el problema penitenciario.
Sabemos que sólo podremos progresar si tú y tu familia sienten que sus vidas son respetadas y están protegidas por el Estado. Y eso ahora no es así ni lo va a ser con esta nueva misión que sólo engrosa la lista junto a las otras 18 propuestas fallidas.
Nosotros tenemos un plan y en este se articulan acciones integrales que van a permitir que el orden y la seguridad sean la realidad de las ciudades, los barrios y los sectores rurales. Queremos tranquilidad para cada rincón de nuestra Venezuela.
No sólo te ofrezco seguridad, sino tranquilidad. Vamos a convertir la tranquilidad en un estilo de vida. ¡Hay un camino!