AFP-La violencia dejó este sábado más de 115 muertos en Siria en donde los observadores de la ONU afirmaron que el ataque a la localidad de Treimsa (centro), en el que murieron el jueves más de 150 personas según una ONG siria, fue contra viviendas de desertores y militantes.
La misión de observación de la ONU en Siria indicó el sábado que el ataque perpetrado el jueves por el ejército sirio en la localidad de Treimsa, calificado por la oposición siria y parte de la comunidad internacional como una "masacre", "parecía dirigido contra grupos y viviendas específicas, en su mayoría de desertores y militantes".
"Había charcos de sangre y manchas de sangre en las habitaciones de varias viviendas, así como casquillos", indicó en un comunicado Sausan Ghosheh, portavoz de la misión que el sábado inspeccionó Treimsa.
"El equipo de la ONU pudo ver una escuela incendiada y viviendas dañadas, con rastros de incendio en cinco de ellas", agregó, subrayando que "numerosos tipos de armas fueron utilizados, principalmente artillería, morteros y armas ligeras".
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), más de 150 personas, entre ellas decenas de rebeldes, murieron el jueves en bombardeos y combates en Treimsa, pero para la misión de la ONU el balance "sigue siendo incierto".
El régimen, que el viernes explicó que llevó a cabo en Treimsa una operación exitosa contra "terroristas", parecía este sábado más que nunca decidido a aplastar los bastiones rebeldes, en particular en la provincia de Deraa (sur), feudo de las protestas que comenzaron hace casi 16 meses.
En esta región los helicópteros militares bombardearon Jerbert Ghazale, y luego los tanques y centenares de soldados tomaron la localidad por asalto. Las milicias del régimen allanaron luego e incendiaron las viviendas abandonadas por sus habitantes, según el OSDH y un militante en el lugar.
"El ejército ingresó sin que hubiera resistencia ya que los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL) dejaron la ciudad" antes del asalto, afirmó un militante que se hizo llamar Bayane Ahmad. "El bombardeo dejó decenas de heridos pero no tenemos ayuda médica para curarlos", agregó.
Por otra parte, casi seis horas de bombardeos intensos se pudieron oír la noche del sábado a unos 30 km al oeste de Alep, la gran ciudad del norte de Siria, constató un periodista de la AFP.
La violencia dejó este sábado de nuevo 115 muertos, entre ellos 50 civiles, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), que se apoya en una red de militantes y testigos, y cerca de 250 muertos como balance de las últimas 48 horas.
"Licencia para nuevas masacres"
Reaccionando a la matanza de Treimsa, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció el viernes una "escandalosa escalada" de la violencia y estimó que la incapacidad del Consejo de Seguridad para presionar al presidente Bashar al Asad equivale a otorgarle "una licencia para nuevas masacres".
El bloqueo es total entre las potencias occidentales y Rusia, principal sostén del régimen sirio. Las dos partes se oponen sobre dos proyectos de resolución del Consejo de Seguridad, uno que amenaza a Damasco con sanciones y el otro no.
Ban Ki-moon dijo que el Consejo tendría que enviar "un mensaje fuerte a todos de que habrá serias consecuencias" si no se observa el plan de paz del emisario Kofi Annan.
Sin embargo, la oposición critica cada vez más a Annan, por considerar que no logra presionar a Asad como debiera. Así, manifestantes instaron el viernes a "retirar a Annan, lacayo de Asad y de Irán".
Por su parte, Teherán reiteró este sábado estar dispuesto a "desempeñar su papel" junto a otros países de la región para tratar de entablar un diálogo entre el gobierno y la oposición en Siria.
Esta sábado Ban Ki-moon exhortó al ministro de Relaciones Exteriores de China a utilizar su "influencia" para ayudar a presionar al presidente de Siria Bashar al-Asad a poner fin al conflicto en ese país, indicó un portavoz.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, había dicho el viernes que todo parecía indicar que "el régimen asesinó deliberadamente a civiles inocentes".
Según el OSDH, más de 17.000 personas han perecido desde mediados de marzo de 2011 cuando empezó una revuelta popular que se militarizado con el paso de los meses frente a la prepresión brutal del régimen.