La mayoría de atletas que llegan a las olimpiadas llegan luego de pasar diferentes filtros de competencia, sin embargo, unos pocos "suertudos" son invitados.
Tal fue el caso de Eric Moussambani de Guinea Ecuatorial, quien llegó a Sídney 2000 con 22 años, en los cuales nunca había tenido la oportunidad de nadar en una piscina olímpica. Tampoco su especialidad era la natación de 100 metros, disciplina por la que fue a la ciudad australiana.
En la ronda preliminar, se midió con otros dos invitados, quienes saltaron dos veces antes de la largada, por lo que fueron descalificados. Así Eric nadó solo en uno de los momentos más memorables de los Juegos Olímpicos.
Rondando el entonces record mundial los 48 (00:48.18) segundos, el africano por poco llega a los dos minutos (01:52.72), e incluso asustó a los asistentes cuando parecía ahogarse.
Tras terminar, declaró sentirse bastante feliz porque había logrado terminar la prueba.
Luego de cuatro años, Éric pudo bajar su marca personal a menos de un minuto, pero problemas con su visa le impidieron competir en Atenas 2004.
Actualmente, Moussambani es entrenador del equipo de natación de su país.
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