Moderno sistema de entrenamiento del Ejército mexicano
El Ejército mexicano, que está al frente de la lucha contra el narcotráfico, abrió hoy a la prensa su centro de adiestramiento más moderno, equipado con un exclusivo sistema de simulación virtual por el que pasan los soldados antes de entrenar con armas de fuego.
Situado en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, en el central Estado de México, el Campo Militar 37-B alberga uno de los centros militares mejor equipados del país para instruir a las fuerzas armadas en técnicas de incursión, liberación de rehenes o combate urbano, entre otras.
En dichas instalaciones, abiertas a la prensa con motivo del Día de las Fuerzas Especiales, unidad de elite del Ejército mexicano, se encuentra el Subcentro de Adiestramiento Virtual, inaugurado en febrero pasado y formado por 49 módulos individuales.
Allí se pueden reproducir hasta ocho ambientes diferentes de batalla, desde una zona rural o desértica, hasta el casco histórico de varias ciudades.
En seis meses han pasado por el centro virtual 1.132 soldados que han trabajado con distintos programas informáticos de entrenamiento militar que permite "remediar los daños colaterales", según el jefe de área, el teniente coronel de Infantería Héctor Daniel Guzmán.
"Aquí nuestros muchachos se preparan, se entrenan, no tenemos tasa de accidentes, no consumimos cartuchos y podemos practicar hasta que nuestro personal alcanza una eficiencia total", dijo a Efe durante una visita a las instalaciones organizada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Único en el país, el Subcentro de Adiestramiento Virtual es, según el militar, uno de los sistemas de simulación "más moderno del mundo", pues además de "acercar al personal a una situación real dentro de la seguridad del entorno virtual", permite "un primer contacto" con los "procedimientos que se deben respetar en combate".
De esta forma, los soldados, con el uniforme pertinente y los utensilios que necesitarían en una hipotética operación real, como cuerdas o equipo de salvamento, practican frente a una pantalla de tamaño medio actividades como el tiro y la puntería o la visión nocturna, ya sea de forma individual o por grupos.
Tras el entrenamiento virtual, pasan al adiestramiento en campos de tiro próximos, como el de "La Joya", una representación a escala real de un poblado formado por siete construcciones, entre las que se encuentran varias casas sencillas de planta baja, una edificación de varios pisos y varios vehículos.
Amenazas de francotiradores, rescate de rehenes o auxilio de autoridades civiles son algunos de los ejercicios que realizan en este poblado de aspecto rural los integrantes de las Fuerzas Especiales para practicar los combates con armas y fuego real.
Cada ejercicio está precedido de una explicación en la que se recuerda a los soldados los pasos a seguir en cada situación y se repiten conceptos teóricos como "el uso gradual de la fuerza", que consta de cuatro fases: disuasión, persuasión, uso de fuerza no letal y, por último, uso de fuerza letal.
En total, 16 tipos de entrenamientos conforman el programa instructivo que se imparte a los integrantes de las Fuerzas Especiales en "La Joya", algunos de los más vistosos son el descenso y ascenso con cuerda libre desde un helicóptero, los simulacros de incursiones terrestres o los rescates de rehenes.
"Las fuerzas especiales nos enfrentamos a la cotidianeidad de todas las misiones que cumple el Ejército (...) en cualquier tipo de ambiente", indicó el teniente coronel.
Los soldados deben tener dos años de adiestramiento en el Ejército y luego aprobar exámenes de conocimiento, resistencia física, médica y de confianza para integrarse en esta unidad, identificada con el símbolo de un murciélago, en representación de la furtividad que sus integrantes deben emplear.
El Ejército ha estado a la cabeza del combate al narcotráfico que inició el presidente Felipe Calderón poco después de asumir el poder el 1 de diciembre de 2006.
Desde entonces unas 50.000 personas han perdido la vida en los enfrentamientos entre los cárteles de las drogas y de estos con las fuerzas de seguridad.
Aunque la institución goza de gran prestigio entre la sociedad mexicana, el proceso penal abierto en contra de cuatro generales por presuntos nexos con el narcotráfico arroja una sombra sobre su reputación, en especial por el rango de los implicados. EFE