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sábado, 13 de octubre de 2012

Análisis EFE: La victoria de Chávez resuelve las dudas políticas pero no las personales


EFE).- La incuestionable victoria que el presidente venezolano, Hugo Chávez, logró el domingo pasado en las urnas despeja el panorama político y deja claro que durante los próximos seis años habrá más socialismo en Venezuela, pero no disipa el halo de dudas sobre la salud del gobernante.
Tras marcar el día a día de la agenda venezolana desde que en junio del año pasado fue hecho público, el cáncer de Chávez desapareció durante la campaña electoral pero la enfermedad de la que se declaró “libre” y de la que apenas ha dado detalles volverá a ser objeto de atención, según analistas consultados por Efe.
“Una vez terminada la incertidumbre de las elecciones, empieza nuevamente la incertidumbre sobre la salud de Chávez que es ahorita uno de los grandes misterios o de los grandes suspensos en el país”, considera Alberto Barrera, coautor de la biografía “Hugo Chávez sin uniforme”.
Según el escritor y periodista, “nadie sabe muy bien cuál es su estado de salud”, ya que Chávez ha administrado “con absoluto cálculo” la información de su enfermedad, que lo ha hecho pasar tres veces por el quirófano así como a someterse a ciclos de quimio y radioterapia, la práctica totalidad de ellos en La Habana.
“En la campaña lo administró de una manera astuta y política. Incorporó su enfermedad al debate y cuando le convino decir que estaba enfermo, lo utilizó, y cuando le convenía decir que estaba saludable, también lo utilizó”, apunta Barrera.
Mientras algunos siguen escépticos sobre el estado de salud del mandatario, otros se basan en su intenso cierre de campaña, en el que Chávez recorrió hasta dos estados por día, para considerar que está en plenas condiciones.
El analista considera, así, que el cáncer presidencial salió de la agenda pública y no es abordado ni por el oficialismo ni por la oposición “porque la campaña le indicó a los venezolanos que Chávez está totalmente recuperado”.“Está muy bien recuperado de todo este tema, yo creo que el esfuerzo que el presidente hizo en los quince últimos días de campaña; creo que es una clara muestra de que se ha recuperado lo suficiente de esta dolencia”, indica el exministro de Chávez y presidente de la encuestadora GIS XXI, Jesse Chacón.
Creer, pensar o intuir son los verbos que los venezolanos conjugan para interpretar la enfermedad del presidente, de la que solo él habla.
Chávez, de 58 años y en el poder desde 1999, se ha limitado a informar de que el 10 de junio de 2011 fue intervenido de un absceso pélvico, diez días después de un tumor canceroso del “tamaño de una pelota de béisbol” en la misma zona y en febrero pasado, de una recurrencia de este.
Recientemente, en una breve entrevista con Efe en el estado Carabobo (noroeste) durante el cierre de su campaña, el pasado día 3, Chávez insistió en su superación del cáncer.
“Ni me acuerdo de eso, pero ni me acuerdo”, dijo.
Ningún miembro de su gabinete ha dado detalles sobre su salud, una información que solo tiene un círculo muy reducido, y solo en una ocasión, el 22 de octubre de 2011, un equipo de médicos del Hospital Militar de Caracas, donde el presidente se sometió a su tercer ciclo de quimioterapia, se limitó a decir que su paciente estaba “inmejorable”.
“Chávez estuvo a media máquina, pero resucitó al final de la campaña”, comenta, por su parte, el profesor de Ciencia Política de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Carlos Romero.
Sin embargo, para el politólogo, “el tema de la enfermedad no ha desaparecido, no se olvidó, simplemente se ha sacado de la agenda política”, pese a que, según él, “todo el mundo sabe que el presidente está enfermo”.
Mientras siguen abiertas las interrogantes acerca de si Chávez podrá gobernar el país sin problemas de salud hasta 2019 o si una reaparición de su cáncer lo obliga a ausentarse temporal o totalmente del cargo, no se vislumbra, por ahora, ningún líder oficialista que pudiera asumir el poder con su fuerza política.
Sin embargo, el anuncio este miércoles de que el actual canciller, Nicolás Maduro, pasará a ser su vicepresidente, y por tanto, el primero en la línea de sucesión, dejó muchas lecturas abiertas en el país.