La venta de libros electrónicos, muchas veces anunciada pero que hasta ahora no se materializó, parece iniciar al fin su despegue en Europa, según estima el mundo de la edición reunido en la Feria del Libro de Fráncfort.
Pese a todo, la cuota de mercado de los libros electrónicos en el viejo continente sigue estando muy por debajo de la de América del Norte, donde llegaron antes los aparatos de lectura de libros electrónicos.
Para el director de la Feria de Fráncfort, Juergen Boos, el apego sociológico al libro en papel puede explicar, al menos en parte, que algunos países europeos -empezando por Francia y Alemania- sean reticentes a pasarse al electrónico.
En Europa, "nos definimos también en función de los libros que tenemos en nuestra biblioteca, mientras que en Estados Unidos se trata más bien de un producto de consumo, de entretenimiento", indicó.
En Alemania, los libros electrónicos representan el 2% de todas las obras vendidas en 2012, frente al 20% en Estados Unidos, subrayó el presidente de la federación alemana de librerías, Gottfried Honnefelder, en la inauguración del mayor evento mundial de la edición.
"En cuanto a saber si Alemania tendrá el mismo desarrollo que en Estados Unidos, eso queda por ver", añadió, aunque el mercado en Alemania ya se ha duplicado en un año.
Gran Bretaña, donde ya en 2010 se lanzó la tableta Kindle de Amazon, el gigante del libro en internet -impreso o electrónico-, tiene ventaja en el continente, con el 13% del mercado ocupado ya por el libro electrónico, según la asociación de editores británicos.
"La tasa de penetración de los dispositivos de lectura es muy elevado", explicó a la AFP el presidente de la asociación, Richard Mollet, y subrayó también la apertura de los británicos hacia todo lo que es digital o hacia el comercio en internet.
"No es que les guste menos el objeto libro, es simplemente que adoptan el digital más rápido", precisó.
Precios agresivos en Estados Unidos
Holanda podría multiplicar por dos su cuota de venta de libros electrónicos en 2012, hasta cerca del 3%, una tendencia que debería durar, estima Erik-Jan Bulthuis, del grupo de distribución CB.
El tamaño reducido del mercado -con solo entre 20 y 25 millones de personas que hablan neerlandés y 17.000 obras disponibles- sin duda ha frenado también el desarrollo del libro electrónico en ese país, avanzó.
Estados Unidos, con un mercado mucho más vasto y una red de librerías menos densa, es sin embargo terreno abonado para el libro electrónico, sugirió Kornelia Holzhausen, responsable de medios digitales para la editora Piper.
Entre otros factores, Amazon, y los demás distribuidores han optado desde el principio por precios extremadamente agresivos, imposibles en Alemania donde los precios de los libros están reglamentados por ley.
Amazon "ha puesto el sistema patas arriba porque la versión electrónica no vale más que el 10% de la versión papel", había explicado Juergen Boos, antes del inicio de la feria.
"Creo realmente que podemos estar contentos de tener esta regulación de los precios (en Alemania), de haber evitado esta guerra de los precios", añadió.
En Alemania, la diferencia de precio es tan solo de entre el 20% y el 30%, estimó Holzhausen.
Sin embargo, aunque el libro electrónico nunca reemplazará por completo su versión en papel, la facturación de este nuevo mercado no para de subir, pronosticó Holzhausen, que prevé una cuota de mercado del 5% a finales de este año en Alemania.
Los editores tienen que aceptarlo, el libro electrónico no va a desaparecer, concluye.
AFP
Pese a todo, la cuota de mercado de los libros electrónicos en el viejo continente sigue estando muy por debajo de la de América del Norte, donde llegaron antes los aparatos de lectura de libros electrónicos.
Para el director de la Feria de Fráncfort, Juergen Boos, el apego sociológico al libro en papel puede explicar, al menos en parte, que algunos países europeos -empezando por Francia y Alemania- sean reticentes a pasarse al electrónico.
En Europa, "nos definimos también en función de los libros que tenemos en nuestra biblioteca, mientras que en Estados Unidos se trata más bien de un producto de consumo, de entretenimiento", indicó.
En Alemania, los libros electrónicos representan el 2% de todas las obras vendidas en 2012, frente al 20% en Estados Unidos, subrayó el presidente de la federación alemana de librerías, Gottfried Honnefelder, en la inauguración del mayor evento mundial de la edición.
"En cuanto a saber si Alemania tendrá el mismo desarrollo que en Estados Unidos, eso queda por ver", añadió, aunque el mercado en Alemania ya se ha duplicado en un año.
Gran Bretaña, donde ya en 2010 se lanzó la tableta Kindle de Amazon, el gigante del libro en internet -impreso o electrónico-, tiene ventaja en el continente, con el 13% del mercado ocupado ya por el libro electrónico, según la asociación de editores británicos.
"La tasa de penetración de los dispositivos de lectura es muy elevado", explicó a la AFP el presidente de la asociación, Richard Mollet, y subrayó también la apertura de los británicos hacia todo lo que es digital o hacia el comercio en internet.
"No es que les guste menos el objeto libro, es simplemente que adoptan el digital más rápido", precisó.
Precios agresivos en Estados Unidos
Holanda podría multiplicar por dos su cuota de venta de libros electrónicos en 2012, hasta cerca del 3%, una tendencia que debería durar, estima Erik-Jan Bulthuis, del grupo de distribución CB.
El tamaño reducido del mercado -con solo entre 20 y 25 millones de personas que hablan neerlandés y 17.000 obras disponibles- sin duda ha frenado también el desarrollo del libro electrónico en ese país, avanzó.
Estados Unidos, con un mercado mucho más vasto y una red de librerías menos densa, es sin embargo terreno abonado para el libro electrónico, sugirió Kornelia Holzhausen, responsable de medios digitales para la editora Piper.
Entre otros factores, Amazon, y los demás distribuidores han optado desde el principio por precios extremadamente agresivos, imposibles en Alemania donde los precios de los libros están reglamentados por ley.
Amazon "ha puesto el sistema patas arriba porque la versión electrónica no vale más que el 10% de la versión papel", había explicado Juergen Boos, antes del inicio de la feria.
"Creo realmente que podemos estar contentos de tener esta regulación de los precios (en Alemania), de haber evitado esta guerra de los precios", añadió.
En Alemania, la diferencia de precio es tan solo de entre el 20% y el 30%, estimó Holzhausen.
Sin embargo, aunque el libro electrónico nunca reemplazará por completo su versión en papel, la facturación de este nuevo mercado no para de subir, pronosticó Holzhausen, que prevé una cuota de mercado del 5% a finales de este año en Alemania.
Los editores tienen que aceptarlo, el libro electrónico no va a desaparecer, concluye.
AFP