El senador John Kerry, nominado como próximo secretario de Estado estadounidense, indicó este jueves que ve una oportunidad para cambiar la relación con Venezuela, dependiendo del futuro del país, así como con otros críticos de Washington, como Bolivia y Ecuador.
"Creo que dependiendo de lo que ocurra en Venezuela, podría haber una real oportunidad para una transición", indicó Kerry, durante una audiencia en el Senado estadounidense, que debe ratificarlo en el cargo, donde dijo que también espera "progresos" con Bolivia y Ecuador.
Kerry hizo estas declaraciones tras señalar que "todos sabemos que han existido algunos Estados que se han mantenido en la periferia, que no han sido muy cooperativos".
El excandidato presidencial demócrata, de 69 años y designado al cargo por el presidente Barack Obama para reemplazar a Hillary Clinton, reconoció que hay una "brecha" entre estos países y Estados Unidos, pero dijo estar dispuesto a estudiar "vías para tratar de cerrar" parte de esa fisura.
Kerry respondió así al senador de origen hispano, el demócrata Robert Menendez, quien al preguntar cómo sería su postura frente a América Latina, afirmó que el "inminente cambio" de liderazgo en Venezuela podría tener un "impacto profundo" en las relaciones en el continente.
Ante el estado del presidente Chávez, quien permanece hospitalizado desde el 11 de diciembre en Cuba tras una nueva operación contra el cáncer, el gobierno de Obama ha pedido que una eventual transición política en Venezuela sea pacífica y respete la Constitución.
Washington ha admitido que las relaciones más difíciles en la región las mantiene con el gobierno de Chávez, que llegó por primera vez al poder en 1999.
Kerry resaltó como un ejemplo exitoso a Colombia, su principal aliado en la región.
"Es un verdadero ejemplo para el resto de América Latina, de qué puede depararles el futuro si podemos inducir a los pueblos a que hagan mejores elecciones", dijo el senador.
De ser confirmado, dijo que trabajará para "mejorar y aumentar" la cooperación que Estados Unidos mantiene con la región, como ser iniciativas contra el crimen organizado y el narcotráfico en México y América Central, programas para el desarrollo con países pequeños y proyectos energéticos y medioambientales con Brasil.