A pesar del frío en el todavía verano austral, los malvinenses hicieron hoy largas filas para votar en el referendo convocado por las autoridades locales para manifestarse sobre si desean mantener la soberanía británica.
Desde las 10.00 de la mañana (13.00 GM), cuando abrieron los centros electorales, los ciudadanos con residencia permanente en las islas del Atlántico Sur empezaron a depositar su voto a la pregunta de quieren que las Malvinas mantengan el estatus político actual como territorio del Reino Unido de ultramar.
Dos horas antes de que abrieran los cuatro colegios electorales en las dos islas principales de Malvinas (isla Soledad y Gran Malvina), cuatro vehículos todo terreno y una avioneta, denominados centro de votación "móviles", empezaron a recorrer los poblados más aislados de este territorio para que sus habitantes puedan votar.
El conductor de uno de estos coches, Philip Middleton, salió a las 08.00 en punto (11.00 GMT) desde el ayuntamiento de Puerto Stanley, la capital de las islas (Puerto Argentino), para visitar unos siete asentamientos en la isla Gran Malvina.
Middleton llevó consigo una urna transparente en la que los malvinenses que están en los lugares más apartados, en casas donde en algunos casos no viven más de tres personas, depositarán su voto.
Este malvinense de poblada barba, nacido en el Reino Unido y que vive en las islas desde 1978 manifestó hoy a Efe antes de emprender su viaje su alegría por tomar parte de esta consulta.
"Estamos haciendo historia y estoy orgulloso de todo esto", dijo Middleton sin poder ocultar su satisfacción por la gran atención mediática que estaba recibiendo de la prensa extranjera.
En el ayuntamiento de Port Stanley el primero en votar fue Graham France, un británico de 79 años que lleva 23 años viviendo en las islas Malvinas y que, a pesar del frío y el viento, no está dispuesto a cambiar este lugar por ningún otro del mundo.
Nacido en el condado de Sussex, al sur de Inglaterra, France declaró hoy a Efe que la intención de este referéndum es decirle "al resto del mundo cómo nos sentimos" y por qué consideran que Argentina no tiene derecho a reclamar las islas Malvinas.
France agregó que vino a las islas por un periodo inicial de dos años para trabajar en el área de la construcción, pero que le gustó tanto que decidió quedarse en el archipiélago, donde tiene un hijo que trabaja como oficial de aduana e inmigración.
"Aquí el aire es puro, la gente es encantadora y casi no hay delincuencia", admitió este residente de origen británico.
Casi abrumados por la presencia de fotógrafos y cámaras de televisión en un lugar que bien se parece a un pueblo de Escocia, los malvinenses respondieron con alegría pero con cierta timidez a las preguntas de la prensa internacional.
La Asamblea legislativa de las islas, que ha organizado esta consulta, espera una alta participación de los 1.650 malvinenses registrados para votar entre hoy y mañana.
Después de las fuertes lluvias de ayer, la jornada de hoy en Puerto Stanley, donde vive la gran mayoría de los casi 3.000 isleños, amaneció con el cielo cubierto, pero las precipitaciones fueron aisladas, lo que ha animado a la gente a salir a votar.
El gobierno local confía en que la victoria del "sí" en este referendo sea contundente.
Argentina reclama la soberanía de las islas desde 1833 y no reconoce este plebiscito, que considera ilegal. EFE