Una clínica catalana empezó a sumar esfuerzos para que parejas o mujeres solas puedan recurrir a métodos que les permitan escoger el sexo de su bebé, como ocurre en EEUU, México y Jordania.
El Instituto de Reproducción Cefer busca recoger más de 500 mil firmas de la comunidad para poder avalar la iniciativa, que ha generado polémica debido a la vigente prohibición a que se realicen este tipo de técnicas en gran parte de los países europeos.
Simón Marina, fundador del centro promotor, asegura que es “una cuestión de libertad y democracia” y cree no existe ninguna razón para vetar la elección de sexo.
La aprobación de esta propuesta supondría un cambio en los pacientes de las clínicas de reproducción asistida, que dejarían de ser solo mujeres sin pareja masculina o parejas con infertilidad y empezarían a incluir parejas sanas que se sometieran a estas técnicas no por motivos médicos, sino por un deseo personal de tener una descendencia de determinado sexo.
Según Roberto Matorras, jefe de la Unidad de Reproducción Humana del Hospital de Cruces de Bilbao, toda intervención médica “tiene un riesgo, aunque sea mínimo”. “Personalmente, no estoy a favor”, asegura a quien le preocupa la situación de los embriones del sexo indeseado.
Matorras admitió que hay pocas parejas que solicitan este servicio denegado por la ley.”Si fuera libre, quizás más personas lo pedirían“, explica el experto.
Con información de El Mundo