España estará en una nueva final de un gran torneo, la Copa Confederaciones. Eso sí, tuvo que sudar de lo lindo y esperar a la tanda de penaltis para poder decir bien alto que estaraá el domingo en Maracaná jugándose ante Brasil un título. Es la final soñada por todos, el partido esperado por esta generación de futbolistas que han ganado todo y a todos, pero que tienen la asignatura pendiente de la 'canarinha'. Este domingo por fin tendrán la oportunidad de saldar esa deuda, de jugar ese partido tan ansiado.
Aunque lo cierto es que tuvieron que sudar de lo lindo para poder estar en esa final. Aparte de por el calor que hizo en el campo, porque Italia le puso las cosas muy pero que muy difíciles a la Roja que durante mucho tiempo fue inferior a los italianos. Sobre todo en la primera mitad en la que tuvo que aparecer San Casillas para evitar la debacle. Las bajas de Cesc y Soldado pudieron influir , sobre todo la del azulgrana, en la forma de afrontar un partido en el que España salió como la gran favorita, pero Italia demostró que también quería soñar con jugar la final en Maracaná. España fue España durante los primeros cinco minutos porque después, Italia demostró que se había preparado al dedillo este partido. Prandelli reforzó su sistema defensivo para frenar a una Roja que se vio desbordada por las bandas con Candevra, Maggio y Giaccherini.
El partido era de la selección italiana que bien cerrados atrás y presionando en la medular, creaba ocasiones a la contra. La Roja intentaba reaccionar de la mano de Iniesta, pero el que salvó a España fue Casillas que se puso el traje de santo. La Roja acabó la primera mitad con una gran ocasión de Torres que cruzó mucho su remate. Fue la ocasión más clara de una España que no disparó en toda la primera mitad entre los tres palos y que se fue al descanso con la sensación de que gracias a Iker podía seguir pensando en ganar.
La segunda mitad, con Italia ya cansada, fue más de color español y Del Bosque intentó reactivar a la Roja con Navas. La selección llegaba más e incluso tiró a puerta creando ocasiones de gol más o menos claras.. Dominaba y parecía que podría ganar, pero los minutos seguían pasando y el cansancio se iba haciendo patente en las dos selecciones. Los últimos 10 minutos fueron de nervios y con la obsesión de no fallar, por eso, cada centro al área, cada llegada a las dos áreas levantaba a todo el mundo de sus localidades pensando que podía llegar el gol.
No lo hizo y, por lo tanto, llegó la prórroga. Un tiempo añadido en el que la Roja fue mejor aunque empezó con la suerte de cara porque Giaccherini envió un balón al poste. Un susto que sirvió a los jugadores para reaccionar porque a partir de ahí fueron superiores a Italia. Piqué, Ramos, Jordi Alba pudieron marcar pero no lo hicieron, como tampoco Webb quiso pitar un penalti por manos de Chiellini.
La Roja era mucho mejor y estaba más fresca que Italia gracias, en especial a la entyrada de Mata y Javi Martínez que se ha unido a la lista de 'falsos nueves' de la selección. La Roja tuvo la victoria a cinco minutos del final con un doble ocasión, con poste de Xavi incluido. Pero estaba visto que el destino quería que Italia y España se volviesen a jugar en los penaltis seguir adelante en una competición.
Y como en Austria en 2008, el destino quiso que fuese España la que estuviese en esa final gracias al fallo de Bonucci en el lanzamiento del séptimo penalti. Navas marcó y desató la alegría española y la preocuopación entre los brasileños que ya no ven tan claro ganar la Confederaciones.
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