Latinoamérica es una de las regiones con mayor crecimiento tecnológico y por ende es una de las más codiciadas por los cibercriminales. En consecuencia, Perú ha ido escalando hasta ubicarse en el uesto 82 de los 100 países más peligrosos para navegar por la web.
“La economía de la región ha sido una de las más estables y este ha sido un segundo factor por el cual los cibercriminales han puesto su atención hacia los países de la región”, Según Dmitry Bestuzhev, Director del Grupo de Investigación y Análisis de Kaspersky Lab para América Latina.
La amenaza que se encuentra en el primer puesto, Worm.Win32.Debris.a, ha llegado a atacar la mayoría de las computadoras de la región a pesar de haber sido descubierta recientemente (25 de abril del 2013). Según Bestuzhev, se trata de un gusano cuyo método de propagación se comparte a través de las USB así como sitios Web. Tal como indica el mapa de infecciones de usuarios a nivel mundial, podemos notar que gran cantidad de víctimas viven en la región, con la mayor concentración en México, seguido por Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia.
Dentro de las 10 mayores amenazas también se encuentran varios programas llamados AdWare.Win32. Estos programas alteran a los navegadores e instalan complementos que muestran publicidad donde por cada clic o cada visita a la página web de la publicidad realizada por la victima, el criminal gana dinero.
En el período de enero a junio del 2013, los productos de Kaspersky Lab detectaron 1.681.766 incidentes de malware procedentes de Internet en las PCs de los participantes del Kaspersky Security Network (KSN) en Perú. En general, el 28.4% de los usuarios en Perú, fueron atacados por las amenazas web transmitidas durante este período.
Además, el estudio muestra que la amenaza Net-Worm.Win32.Kido.ih, detectada en el 2009 por primera vez, sigue siendo una de las principales en la región.
“Ya que este gusano se propaga por medio de las memorias USB y las vulnerabilidades en Windows a través de las redes de Microsoft, podemos concluir que existen graves problemas en los hábitos de parchado de vulnerabilidades, la instalación de actualizaciones y el manejo responsable de dispositivos USB por parte de los usuarios. Todo esto favorece a que una amenaza tan antigua siga siendo una de las principales”, explicó Bestuzhev.
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