Una participación masiva en las elecciones maldivas alzó como claro vencedor al expresidente Mohamed Nashid, seguido a mucha distancia por Abdulá Yamín, quien lo acompañará en la segunda ronda si se confirman los resultados.
La Comisión Electoral maldiva anunció esta madrugada que Nashid, del Partido Democrático de Maldivas (MDP), obtuvo el 45,45% de los votos, mientras que Yamín, del Partido Progresista de Maldivas (PPM), logró el apoyo del 25,35% de los votantes.
Sin embargo, habrá que esperar a los resultados definitivos para confirmar quién acompañará a Nashid en la segunda vuelta, pues Gasim Ibrahim, del Partido de la Justicia (JP), sigue muy de cerca a Yamín con un 24,7% de los votos.
Partidarios de Ibrahim se desplazaron hasta las inmediaciones de la sede de la Comisión Electoral para lanzar proclamas contra el organismo y reclamar la dimisión de su presidente, Fuwad Thowfik, por robarles "10.000 votos".
El cuarto candidato en las elecciones, el actual presidente Mohamed Wahid, que se presentó a los comicios como candidato independiente pues no pudo registrar su formación: el Partido Gaumi Ithihaad, recibió el respaldo de tan solo el 5,13% de los votantes.
La Comisión Electoral reveló un índice de participación masivo, al asegurar que un 88,44% de los 239.593 maldivos que estaban llamados a las urnas depositaron su voto, un porcentaje superior al registrado en 2008, cuando votó el 85 % de los electores.
Para que un candidato se hubiera proclamado ganador en la primera vuelta debería haber superado el 50% de los votos; por lo que el próximo 28 de septiembre Nashid y Yamín -si se confirman los datos provisionales-, se enfrentarán en la ronda final.
La organización local independiente Transparency aseguró ayer a través de un comunicado que las elecciones habían sido limpias, pues no se registraron graves irregularidades y, entre otros factores, se respetaron los horarios y se garantizó el voto privado.
Según informaron los medios locales, la jornada electoral transcurrió con "relativa calma" al registrarse únicamente intentos aislados de votar dos veces, de vender identificaciones falsas o pequeños encontronazos en las colas de los colegios electorales.
Maldivas lleva desde febrero de 2012 sumido en la inestabilidad: tras una dictadura de 30 años, Nashid, el primer presidente elegido democráticamente, se vio forzado a dimitir según él a "punta de pistola", presionado por simpatizantes del anterior dictador.
Nashid fue sustituido en el cargo por su hasta entonces aliado Mohamed Wahid.
El exdictador maldivo Maumun Abdul Gayum, que no se presentó a estos comicios, se mantuvo en el poder desde 1978 hasta 2008, año en el que tuvo que competir por primera vez contra otros "presidenciables", al haber sido legalizados los partidos políticos.
Durante el régimen de Gayum, Nashid fue encarcelado y torturado en varias ocasiones, de ahí que sus seguidores lo conozcan como el Nelson Mandela maldivo.
Yamín, que es hermanastro del antiguo dictador, ha asegurado que está listo para aliarse con los candidatos descalificados en la primera vuelta para arrebatar el primer puesto a Nashid en la ronda final, según recoge el diario local Haveeru.
En un principio, desde el Partido de la Justicia se había afirmado que debido a los "principios antiislámicos" de la política de Nashid, todas las formaciones combatirán contra el MDP, pero la lucha por el segundo puesto les podría hacer cambiar de opinión.
Maldivas es un pequeño archipiélago del Índico con una pujante industria turística que hasta ahora ha aplicado de forma liberal los preceptos del islam, la religión oficial del estado y credo casi unánime entre sus poco menos de 400.000 ciudadanos.
Sin embargo, durante el mandato de Nashid estallaron en las calles de la capital Malé fuertes protestas en las que las ramas más islamistas de la oposición reclamaban, entre otras demandas, la implantación de la ley islámica o la prohibición del alcohol.
Nashid reaccionó a esas protestas con virulencia, afirmó que su país no podía alcanzar el desarrollo volviendo a la "Edad de Piedra" y manifestó su apoyo a una vía "tolerante" del islam.
EFE
