Las activistas de Femen anuncia la apertura de su sección en Turquía
«¡Anunciamos que la oficina de Femen Turquía está abierta! Únete a Güntülü, y lucha por la democracia en tu país». Con estas palabras lanzadas en Twitter, este controvertido grupo activista por la emancipación femenina surgido en Ucrania hacía pública la creación de la rama turca de su organización compuesta por activistas locales. La noticia ha sido difundida junto con una foto de una joven en una calle de Estambul con el pecho desnudo, sobre el que había pintado una bandera turca.
La llamada Güntülü es una joven turca que, como primera iniciativa de Femen Turquía, ha abanderado una campaña de solidaridad con los manifestantes que estos días se oponen a la construcción de una carretera en el campus de la Universidad Técnica de Oriente Medio de Ankara (ODTÜ, por sus siglas en turco), que implica la tala o traslado de varios miles de árboles. Y lo ha hecho con la «marca de la casa» que ha hecho famosas a las Femen en todo el mundo: desnudándose.
En la fotografía que ilustra la campaña, difundida en la página oficial de la organización, la mujer aparece con el torso desnudo, coronado por las letras «ODTÜ». «Mi nombre es Güntülü, soy de Femen Turquía. Hace seis días, el gobierno turco, de nuevo, destruyó 3.000 árboles en la ODTÜ, igual que en Taksim. Pero nosotros, el pueblo de Turquía,actuamos valientemente igual que entonces, protestamos y no queremos dejarles que arranquen los árboles. ¡Resistimos el régimen totalitario y la dictadura del líder islamista Erdogan!», se lee en la página.
Poco apoyo local
La relación de las FEMEN con Turquía tiene cierta tradición: en 2008, las fundadoras ucranianas realizaron una protesta desnudándose frente al consulado turco en Kiev, para protestar contra la explotación sexual de la que cada año se benefician miles de turcos que visitan Ucrania. En marzo del año pasado, varias de ellas viajaron a Estambul para orquestar otra protesta contra la violencia machista en Turquía, actuación que acabó en comisaría. La mayoría de las acciones de las Femen reciben una amplia cobertura mediática en Turquía, donde se las percibe ante todo como una extravagancia divertida, o como unas extranjeras indecorosas.
Tienen, en todo caso, muy poco apoyo dentro del país: cuando el pasado junio, la rama francesa de Femen lanzó un video en solidaridad con los manifestantes antigubernamentales, adquirió una difusión masiva en pocas horas, pero por motivos contrarios a los esperados por las activistas. Ni siquiera aquellos a los que el video pretendía apoyar se mostraban demasiado felices con la iniciativa: el movimiento feminista turco –como el de gran parte del planeta- critica la idea de que el desnudo sea una forma ni remotamente adecuada de combatir el patriarcado; otros activistas las acusan de «mentalidad colonial».
Un tercer grupo se mostraba bastante molesto con el «uso irrespetuoso de la bandera turca»: en la muy nacionalista Turquía sentó muy mal que las Femen se la pintasen alegremente sobre los pechos desnudos. Por último, hubo quienes denunciaron el «ateísmo» de las activistas, a las que critican por «atacar a las religiones» (hay incluso islamistas que creen que el movimiento feminista fue creado por la CIA en los años 50).
Indiferencia popular
De modo que la apertura de Femen Turquía, donde las chicas que se desnudan son además turcas, promete traer polémica en un país cuyos líderes son tan conservadores que este mismo mes una presentadora de televisión fue despedida después de que el portavoz del gobierno criticase su escote. Hace dos días, una tienda de la marca de lencería Victoria's Secret en Ankara echó la persiana cuando el primer ministro Recep Tayyip Erdogan visitó el centro comercial en el que se encuentra situada, para evitar que se sintiese ofendido por los sugerentes modelos de ropa interior.
«Aunque es probable que Femen Turquía haga frente a una inmensa presión de las autoridades turcas debido a las restrictivas leyes en moralidad pública, la indiferencia popular va a ser probablemente un problema mayor», escribe el comentarista e historiador Barin Kayaoglu en el diario «Al Monitor». «Es justo especular que la mayoría de las mujeres en Turquía se mantendrán alejadas de Femen debido a su nudismo. Al mismo tiempo, la mayoría de los hombres turcos, que tienen mucho que aprender sobre los derechos de las mujeres, seguramente malinterpretarán y se concentrarán en la vista de mujeres semidesnudas», afirma Kayaoglu. El desafío, en cualquier caso, es muy grande.ABC
