El Banco Central Europeo redujo su principal tasa de interés el jueves a un nuevo mínimo histórico y dijo que inyectará liquidez en los bancos hasta el 2015 para impedir que la recuperación económica de la zona euro se estanque a medida que se desacelera la inflación.
El BCE recortó su principal tasa de refinanciamiento a un 0,25 por ciento desde un 0,50 por ciento.
Además, mantuvo la tasa de depósitos que paga sobre depósitos bancarios en 0,0 por ciento y la redujo para los préstamos marginales -o tasa de préstamos de emergencia- a un 0,75 por ciento desde un 1 por ciento.
La medida tomó por sorpresa a los mercados financieros y el euro se depreció con fuerza, mientras que las acciones europeas subieron tras el anuncio.
El consejo de gobierno del BCE, integrado por 23 miembros, enfrentaba un intenso escrutinio del mercado antes de la decisión del jueves tras una sorpresiva desaceleración de la inflación de la zona euro a un 0,7 por ciento en octubre, muy por debajo de la meta del BCE de algo menos de un 2 por ciento.
"Podríamos experimentar un prolongado período de baja inflación que sería seguido por un movimiento gradual al alza de las tasas de inflación, aún por debajo pero cerca del 2 por ciento", dijo el presidente del BCE, Mario Draghi, en una conferencia de prensa posterior a la decisión de política monetaria.
"Tenemos una amplia gama de instrumentos para activar antes de alcanzar el límite menor (...) en principio incluso podríamos recortar más la tasa de interés", agregó.
Los llamados de ministros de gobiernos y de empresas europeas -principalmente de Italia- para que el BCE aliviara la política monetaria para ayudar a debilitar al euro también ejercieron presión sobre el consejo, pero pocos analistas esperaban un recorte de tasas este mes.
Funcionarios de la zona euro han desestimado la amenaza de una deflación al estilo de Japón, que condujo a una "década perdida" en ese país, pero no desean enfrentar el riesgo de una situación semejante.
Draghi afirmó que existía un acuerdo general sobre la necesidad de actuar, pero que hubo discrepancias sobre cuándo hacerlo.
"Los riesgos deflacionarios y el euro fortalecido parecen haber motivado la medida del BCE. Es obvio que el BCE bajo el presidente Draghi se ha vuelto mucho más proactivo que bajo cualquiera de sus predecesores", comentó el economista de ING Carsten Brzeski.
Veintidós de los 23 operadores de mercados de dinero consultados por Reuters esta semana esperaban que el BCE mantuviera sin cambios las tasas en la reunión del jueves, a la espera de una visión más clara sobre la dirección que tomará la inflación en la zona euro.
El euro se depreció más de un 1 por ciento intradiario y alcanzó un mínimo nivel de siete semanas de 1,3304 dólares. Antes del anuncio del BCE, cotizaba en torno a los 1,3490 dólares.
Liquidez por más tiempo
Draghi reafirmó la orientación a futuro del BCE de que de las tasas se mantendrán a "niveles actuales o menores" por un período extendido de tiempo y afirmó que no ve la amenaza de una deflación generalizada.
También dijo que los bancos podrán depender de tanta liquidez como necesiten por más tiempo y que las principales operaciones de refinanciamiento del banco serán ofrecidas a tasa fija con "asignaciones completas" al menos hasta julio del 2015.
Las acciones de los bancos europeos subieron.
Irlanda, con un historial de un rescate financiero exitoso dentro de la zona euro tras años de austeridad, recibió con beneplácito la medida del BCE.
"Queríamos que las tasas de interés bajaran y eso ayuda a que nuestra posición vuelva a los mercados porque los diferenciales en Europa ahora deberían disminuir", comentó el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan.
"La reducción de la tasa de interés y la sugerencia de que el nivel cambiario bajaría un poco ayudarían a crecer a nuestras exportaciones y a nuestra economía", agregó.
El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, también elogió la decisión del BCE porquerespalda la economía de la zona euro al mismo tiempo de busca contener la amenaza de deflación.
Moscovici dijo que la decisión fue "una buena noticia" por ser "un respaldo bienvenido para la recuperación en marcha en la zona euro porque limita los riesgos de deflación.
El primer ministro italiano, Enrico Letta, también elogió al BCE.
"Muestra que al BCE le importa el crecimiento y la competitividad en Europa", comentó Letta en una conferencia de prensa en Dublín, en la que añadió que el recorte de tasas permitirá un "reequilibrio" de la tasa euro-dólar, que ha sido "una fuente de dificultad en los últimos meses".
El BCE recortó su principal tasa de refinanciamiento a un 0,25 por ciento desde un 0,50 por ciento.
Además, mantuvo la tasa de depósitos que paga sobre depósitos bancarios en 0,0 por ciento y la redujo para los préstamos marginales -o tasa de préstamos de emergencia- a un 0,75 por ciento desde un 1 por ciento.
La medida tomó por sorpresa a los mercados financieros y el euro se depreció con fuerza, mientras que las acciones europeas subieron tras el anuncio.
El consejo de gobierno del BCE, integrado por 23 miembros, enfrentaba un intenso escrutinio del mercado antes de la decisión del jueves tras una sorpresiva desaceleración de la inflación de la zona euro a un 0,7 por ciento en octubre, muy por debajo de la meta del BCE de algo menos de un 2 por ciento.
"Podríamos experimentar un prolongado período de baja inflación que sería seguido por un movimiento gradual al alza de las tasas de inflación, aún por debajo pero cerca del 2 por ciento", dijo el presidente del BCE, Mario Draghi, en una conferencia de prensa posterior a la decisión de política monetaria.
"Tenemos una amplia gama de instrumentos para activar antes de alcanzar el límite menor (...) en principio incluso podríamos recortar más la tasa de interés", agregó.
Los llamados de ministros de gobiernos y de empresas europeas -principalmente de Italia- para que el BCE aliviara la política monetaria para ayudar a debilitar al euro también ejercieron presión sobre el consejo, pero pocos analistas esperaban un recorte de tasas este mes.
Funcionarios de la zona euro han desestimado la amenaza de una deflación al estilo de Japón, que condujo a una "década perdida" en ese país, pero no desean enfrentar el riesgo de una situación semejante.
Draghi afirmó que existía un acuerdo general sobre la necesidad de actuar, pero que hubo discrepancias sobre cuándo hacerlo.
"Los riesgos deflacionarios y el euro fortalecido parecen haber motivado la medida del BCE. Es obvio que el BCE bajo el presidente Draghi se ha vuelto mucho más proactivo que bajo cualquiera de sus predecesores", comentó el economista de ING Carsten Brzeski.
Veintidós de los 23 operadores de mercados de dinero consultados por Reuters esta semana esperaban que el BCE mantuviera sin cambios las tasas en la reunión del jueves, a la espera de una visión más clara sobre la dirección que tomará la inflación en la zona euro.
El euro se depreció más de un 1 por ciento intradiario y alcanzó un mínimo nivel de siete semanas de 1,3304 dólares. Antes del anuncio del BCE, cotizaba en torno a los 1,3490 dólares.
Liquidez por más tiempo
Draghi reafirmó la orientación a futuro del BCE de que de las tasas se mantendrán a "niveles actuales o menores" por un período extendido de tiempo y afirmó que no ve la amenaza de una deflación generalizada.
También dijo que los bancos podrán depender de tanta liquidez como necesiten por más tiempo y que las principales operaciones de refinanciamiento del banco serán ofrecidas a tasa fija con "asignaciones completas" al menos hasta julio del 2015.
Las acciones de los bancos europeos subieron.
Irlanda, con un historial de un rescate financiero exitoso dentro de la zona euro tras años de austeridad, recibió con beneplácito la medida del BCE.
"Queríamos que las tasas de interés bajaran y eso ayuda a que nuestra posición vuelva a los mercados porque los diferenciales en Europa ahora deberían disminuir", comentó el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan.
"La reducción de la tasa de interés y la sugerencia de que el nivel cambiario bajaría un poco ayudarían a crecer a nuestras exportaciones y a nuestra economía", agregó.
El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, también elogió la decisión del BCE porquerespalda la economía de la zona euro al mismo tiempo de busca contener la amenaza de deflación.
Moscovici dijo que la decisión fue "una buena noticia" por ser "un respaldo bienvenido para la recuperación en marcha en la zona euro porque limita los riesgos de deflación.
El primer ministro italiano, Enrico Letta, también elogió al BCE.
"Muestra que al BCE le importa el crecimiento y la competitividad en Europa", comentó Letta en una conferencia de prensa en Dublín, en la que añadió que el recorte de tasas permitirá un "reequilibrio" de la tasa euro-dólar, que ha sido "una fuente de dificultad en los últimos meses".
REUTERS