La propietaria de la central de Fukushima mostró los preparativos de su operación para retirar combustible nuclear de un depósito del reactor 4, lo cual supondrá un primer paso crucial en el largo proceso de desmantelamiento de la maltrecha planta.
Dos años y medio después de que Fuskushima fuera golpeada por un tsunami, se pone en marcha esta operación que da por finalizada una primera fase que consistió principalmente en llevar a parada fría los reactores así como en la limpieza y retirada de escombros.
Tokyo Electric Power (TEPCO) desveló el operativo para retirar y trasladar a un depósito más seguro los 1.533 manojos o haces de barras de dióxido de uranio que yacen en la piscina de combustible gastado de la unidad 4 desde marzo de 2011.
Aunque en una central nuclear una operación como esta es rutinaria, en Fukushima el proceso se torna mucho más complejo.
Antes de comenzar todo el procedimiento en torno al 20 de noviembre, TEPCO planea realizar la próxima semana una primera prueba en la retirada de uranio además de un ensayo de su protocolo de evacuación.
Este último es necesario porque la mayoría de este combustible fue usado en el núcleo del reactor y puede emitir una altísima radiación si algo falla y no se puede mantener refrigerado en todo momento.
El edificio del reactor 4 -que sufrió una explosión de hidrógeno a raíz del desastre- ha sido completamente recubierto por placas metálicas, y además se le ha añadido una enorme estructura desde la que operan dos grúas para retirar el combustible de la piscina.
Al lado de la misma, la lectura de radiación oscilaba hoy entre 28 y 40 microsievert por hora, mucho menos que lo que se registra en gran parte del recinto de Fukushima Daiichi, aunque más de 250 veces por encima de lo que se considera un nivel seguro para la salud.
Dos años y medio después de que Fuskushima fuera golpeada por un tsunami, se pone en marcha esta operación que da por finalizada una primera fase que consistió principalmente en llevar a parada fría los reactores así como en la limpieza y retirada de escombros.
Tokyo Electric Power (TEPCO) desveló el operativo para retirar y trasladar a un depósito más seguro los 1.533 manojos o haces de barras de dióxido de uranio que yacen en la piscina de combustible gastado de la unidad 4 desde marzo de 2011.
Aunque en una central nuclear una operación como esta es rutinaria, en Fukushima el proceso se torna mucho más complejo.
Antes de comenzar todo el procedimiento en torno al 20 de noviembre, TEPCO planea realizar la próxima semana una primera prueba en la retirada de uranio además de un ensayo de su protocolo de evacuación.
Este último es necesario porque la mayoría de este combustible fue usado en el núcleo del reactor y puede emitir una altísima radiación si algo falla y no se puede mantener refrigerado en todo momento.
El edificio del reactor 4 -que sufrió una explosión de hidrógeno a raíz del desastre- ha sido completamente recubierto por placas metálicas, y además se le ha añadido una enorme estructura desde la que operan dos grúas para retirar el combustible de la piscina.
Al lado de la misma, la lectura de radiación oscilaba hoy entre 28 y 40 microsievert por hora, mucho menos que lo que se registra en gran parte del recinto de Fukushima Daiichi, aunque más de 250 veces por encima de lo que se considera un nivel seguro para la salud.
EFE