En Kenia las futuras madres llevan sus antojos al extremo: su antojo favorito son estas piedras suaves, conocidas como “odowa”.
“Yo comencé a comer estas piedras cuando tenía un mes de embarazo y seguí hasta que di a luz. Luego dejé de comerlas, pero cuando las veo todavía me producen antojos”, asegura Ann Njeri.
El mejor lugar para satisfacer este antojo es la tienda Nairobi's Githurai donde los comerciantes de odowa se mezclan con los vendedores de fruta y pescado.
Joseph Kaara se dedica al comercio de estas piedras desde hace 10 años. Vende cada bolsa de cien kilos a 10 dólares.
“Las vendo principalmente a mujeres embarazadas. Cuando les pregunto por qué las comen ellas me contestan que lo hacen porque necesitan calcio”.
Podría deberse a la falta de minerales esenciales, como el hierro o el calcio; o simplemente un mal hábito cultural que se reproduce entre amigos y familiares.
Lo cierto es que la cifra exacta de mujeres afectadas en la actualidad se desconoce.
En 1998, un estudio del Instituto de Higiene y Medicina Tropical de Londres reveló que una de cada dos mujeres embarazadas de la costa de Kenia había comido piedras o tierra durante su embarazo.
Pero para este obstetra, el hábito puede resultar peligroso, ya que la ingesta de piedras o tierra puede provocar infecciones parasitarias, anemia, problemas intestinales y hasta desnutrición.
El doctor, F.X.O. revela que este hábito “puede que no sea muy saludable, porque creemos que las personas comen estas substancias algunas veces para saciar su hambre, y realmente los llena pero con cosas que no son los verdaderos nutrientes, así que al final, pueden sufrir malnutrición”.
Las mujeres deberán hacer lo posible para elegir frutas y verduras en lugar de piedras para llenar el estómago
“Yo comencé a comer estas piedras cuando tenía un mes de embarazo y seguí hasta que di a luz. Luego dejé de comerlas, pero cuando las veo todavía me producen antojos”, asegura Ann Njeri.
El mejor lugar para satisfacer este antojo es la tienda Nairobi's Githurai donde los comerciantes de odowa se mezclan con los vendedores de fruta y pescado.
Joseph Kaara se dedica al comercio de estas piedras desde hace 10 años. Vende cada bolsa de cien kilos a 10 dólares.
“Las vendo principalmente a mujeres embarazadas. Cuando les pregunto por qué las comen ellas me contestan que lo hacen porque necesitan calcio”.
Podría deberse a la falta de minerales esenciales, como el hierro o el calcio; o simplemente un mal hábito cultural que se reproduce entre amigos y familiares.
Lo cierto es que la cifra exacta de mujeres afectadas en la actualidad se desconoce.
En 1998, un estudio del Instituto de Higiene y Medicina Tropical de Londres reveló que una de cada dos mujeres embarazadas de la costa de Kenia había comido piedras o tierra durante su embarazo.
Pero para este obstetra, el hábito puede resultar peligroso, ya que la ingesta de piedras o tierra puede provocar infecciones parasitarias, anemia, problemas intestinales y hasta desnutrición.
El doctor, F.X.O. revela que este hábito “puede que no sea muy saludable, porque creemos que las personas comen estas substancias algunas veces para saciar su hambre, y realmente los llena pero con cosas que no son los verdaderos nutrientes, así que al final, pueden sufrir malnutrición”.
Las mujeres deberán hacer lo posible para elegir frutas y verduras en lugar de piedras para llenar el estómago
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