La enfermedad y muerte de Hugo Chávez, una campaña presidencial signada por su recuerdo, el comienzo de la gestión de Nicolás Maduro y las primeras elecciones en 14 años sin la presencia del fallecido líder forjaron el panorama político de Venezuela durante 2013.
Todos estos acontecimientos, acompañados por una crisis económica que ha afectado a los ciudadanos durante meses, han ocasionado la autocrítica de las principales fuerzas políticas del país y han propiciado la apertura a lo que podría ser un diálogo nacional.
Se mantiene la aceptación del liderazgo chavista
Recientemente, el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) salió fortalecido tras las parlamentarias del 8 de diciembre. El partido "oficial" ha mantenido un capital electoral considerable, alcanzando una vez más la mayoría del voto nacional, a pesar de que la imagen de su líder, Hugo Chávez, se va debilitando con el transcurso de los meses.
A pesar de tratarse de una elección municipal, la contienda del 8-D logró legitimar al presidente Nicolás Maduro como líder, especialmente luego de su apertura al diálogo con las voces disidentes, al convocar una reunión con los alcaldes de "oposición". La figura del jefe de Estado también se ha visto fortalecida tras las decisiones que ha tomado en materia económica en los últimos meses.
De acuerdo con el Monitor País del mes de diciembre de la encuestadora Hinterlaces, 61 % de los venezolanos califican la gestión de Nicolás Maduro como "muy buena", "buena" o "regular a buena". Además, según el estudio, 70 % de los venezolanos está de acuerdo con las recientes medidas económicas tomadas por el Gobierno para bajar los precios.
El director de Hinterlaces, Óscar Schemel, advierte que tras las municipales el país ha quedado "reunificado al surgir consenso nacional alrededor de legitimidad presidencial y el reconocimiento de los resultados".
El analista político Nicmer Evans resalta la importancia del diálogo, al asegurar que el primer mandatario ha demostrado "su perfil conciliador"; pero sostiene que ello no debe llevar a "deponer banderas ni negociar principios" con la oposición.
Los analistas coinciden en que en los próximos meses Nicolás Maduro deberá evitar las radicalizaciones en el discurso político, aprovechar la Habilitante y profundizar la puesta en práctica del Plan de la Patria.
MUD gana terrenos, pero debe "reinventarse"
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se atribuye la victoria de las elecciones municipales, por haber ganado las principales alcaldías del país. La alianza opositora perdió 25 de las 55 alcaldías que controlaba; sin embargo, obtuvo 49 municipios que hasta el momento eran gobernados por el chavismo.
Tras la reunión de los mandatarios locales "opositores" con el Ejecutivo nacional en Miraflores, la coalición opositora se mantiene abierta al debate con el “oficialismo”. El pasado 20 de diciembre, la MUD nombró a los líderes locales que formarán parte de la comisión de enlace para coordinar acciones entre el Gobierno nacional y las regiones.
A pesar de la intención de trabajar mano a mano con el sector “oficialista”, en las últimas semanas, los propios líderes opositores han admitido la necesidad de “reinventar” la alianza, a través de un “reordenamiento” de la coalición opositora.
El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, ha asegurado que el proyecto de reestructuración interno inició luego de las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012 y no tras las municipales. Admitió que existen fallas en el ámbito comunicacional, que han dificultado que el mensaje de la Unidad llegue a ciertos sectores del país.
Aveledo recuerda que el objetivo de la MUD es "ser una alternativa para el cambio político en Venezuela, un cambio que debe ser por la vía democrática, pacífica y electoral". Destaca, además, la importancia de la coalición “permanezca, se fortalezca y haga internamente todos los cambios para enfrentar" la situación actual de Venezuela.
Al evaluar los resultados de los comicios municipales, Aveledo considera que la Unidad no logró sus objetivos, pero tampoco lo hizo el Polo Patriótico. Entretanto, las principales fuerzas políticas del país deberán enfrentarse a un nuevo año sin elecciones, pero con grandes retos políticos.
GLOBOVISION