AVN.- La tradicional elaboración de la hallaca toma dimensiones insospechadas en el estado Nueva Esparta, donde el plato navideño modifica su frecuente contenido de carne o pollo para convertirse en una explosión de sabores del mar, gracias a manos expertas como las de Arcira Campos, quien no tiene reservas en describir la elaboración del exquisito manjar.
"Un día me fui al mercado y compré mejillón, chipi-chipi, guacuco, vieira, vaquita, tripa e' perla y pata e' cabra. Las piqué bien picaditas, les puse pimentón, ají, ajo, cebolla y cilantro. Con eso hice mi guiso y luego preparé la masa", resume, como si todo aquello fuera un simple cuento y no la antesala de un milagro culinario.
La experta cocinera recuerda que a la masa navideña hay que colocarle un puntico de azúcar y, una vez extendida sobre la hoja de plátano, debe recibir el guiso con las respectivas ruedas de cebolla, zanahoria, papa y huevo, así como las aceitunas y alcaparras.
"Para mí fue una sorpresa muy grande cuando probé una de esas hallacas", expresa doña Arcira, quien convencida de haber creado algo maravilloso decidió repartir varias de sus joyas gastronómicas entre sus amistades, que contribuyeron a hacerla famosa en tierras neoespartanas.
Pero, por si fuera poco, la hallaca de Arcira Campos puede ser repotenciada más allá de los límites y convertirse en una bomba afrodisíaca.
"Usted puede preparar un consomé de pescado y agregárselo a los mariscos para que esa sazón le quede más divina. Así verá que enamorará hasta el más pintao", afirma la experta, quien con la misma dulzura que compartió su receta pidió no ser fotografiada porque no estaba arreglada para la ocasión.
Respetamos su deseo y celebramos (saboreamos) su invención gastronómica.