La celebración de la Nochevieja se caracteriza por el empleo de fuegos artificiales para recibir al nuevo año. A pesar de que las autoridades venezolanas prohibieron la venta de ciertos tipos de artefactos pirotécnicos y los famosos "globos del deseo", Caracas amaneció este 1ero de enero totalmente nublada por la pólvora.
El impacto ambiental de la composición química de los fuegos artificiales se manifiesta en la bruma y en los residuos de las calles.