El 27 de febrero de 1989 los habitantes de la ciudad de Guarenas se despertaron con la sorpresa del aumento de precios del pasaje, esto producto de las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, conocidas como “El Paquetazo”.
Tal como se leyó en la prensa de ese día: “Hoy entra en vigencia nuevos precios en los pasajes: a coger sencillo y llorar para el Valle”, pero las lágrimas que brotaron no fueron las derramadas en El Valle, fueron las de las personas que perdieron familiares en las series de protestas violentas que iniciaron en Guarenas y se extendieron en al menos 5 ciudades de Venezuela hasta el 8 de marzo.
El politólogo Nicmer Evans aseveró que actualmente está vigente en el colectivo venezolano y su memoria histórica la “huella indeleble” de los hechos ocurridos hace 25 años.
“Absolutamente vigentes en el inconsciente y el consciente colectivo del venezolano. Está más presente que nunca el hecho que somos un pueblo muy tolerante, muy calmado pero que cuando llega a niveles de saturación, como consecuencias de desmanes de gobiernos irresponsables, podemos desbordarnos y generar desobediencia civil”, dijo el politólogo en entrevista con Globovisión.com
El doctor en Ciencias Políticas y actual director de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Miguel Ángel Latouche, coincidió con Evans al momento de aseverar que los venezolanos mantienen presentes los hechos ocurridos el 27 de febrero de 1989. Sin embargo, precisó que actualmente el Caracazo se puede entender y evidenciar en dos vertientes sociales: la ruptura permanente de tener un país dividido y la posibilidad de que los ciudadanos muestren su descontento en
la calle.
"Está presente (el Caracazo) en el inconsciente colectivo en dos puntos fundamentales: la posibilidad de que la gente pueda salir a protestar (...) y en segundo punto está la ruptura permanente en la hay un país dividido que no logra reconciliarse", apuntó Latouche.
Evans también recalcó que los gobernantes actuales y los que deseen serlo tienen presente "esa capacidad de rebeldía" que tiene el pueblo venezolano y que, según él, "está más vigente que nunca".
Los hechos
El antecedente fundamental fue la implementación del llamado "paquetazo económico" durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. El proyecto contemplaba “la unificación cambiaria con tasa de cambio flexible”; la suspensión de pagos de la deuda externa pública y privada e incluir a la economía venezolana bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Días antes del estallido social, los estudiantes de la UCV se pronunciaron en contra de estas medidas; sin embargo, fue en la madrugada del martes 27 cuando los habitantes de Guarenas se alzaron en contra del alza del precio de la gasolina y del pasaje del transporte público.
Una vez iniciado este principal foco, se extendió a varias zonas del país. En Caracas y otras 13 ciudades del interior se registraron saqueos y fuerte represión militar.
El 8 de marzo de 1989 culminó el estallido social con un saldo de 276 muertos, numerosas personas con heridas y varias denuncias de personas desaparecidas, esto según el informe emitido por el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Se estima que en el sector comercial hubo una pérdida de al menos 3 millardos de bolívares; 900 bodegas saqueadas y 154 incendios.
