La vacuna contra el alzhéimer, desarrollada por la empresa Araclon Biotech, ha comenzado su fase clínica con un ensayo en humanos en España, concretamente en veinticuatro personas afectadas, para evaluar su tolerabilidad y seguridad.
Durante la inauguración en Zaragoza (centro-este) de la nueva sede de Araclon Biotech -empresa biotecnológica de origen español y participada mayoritariamente por la multinacional Grifols-, se dio a conocer el comienzo de estas pruebas.
La empresa trabaja en el desarrollo de nuevas terapias y métodos de diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas, principalmente la enfermedad de Alzhéimer, una dolencia para la que tiene muy avanzado un test de diagnóstico temprano, y ha comenzado ya la fase clínica de la vacuna, según su director científico, Manuel Sarasa.
En una primera fase, que finalizará a lo largo de 2015, ya que dura aproximadamente un año y medio, se analizará la tolerancia hacia el producto, es decir, su toxicidad y no tanto su efectividad, señaló Sarasa, quien evitó poner fecha a una vacuna contra el alzhéimer.
Durante la siguiente fase se probarán diferentes dosis, en función de si se ha estimulado o no el sistema inmunitario de aquellos a los que se ha inyectado el fármaco, y se elaborarán varios protocolos.
En este caso lo ideal, según Sarasa, sería con personas asintomáticas con el fin de "prevenir", ya que no cree que el alzhéimer "pueda ser curable". A esta fase, que normalmente dura no menos de dos años, le seguirá otra, de alrededor de tres años.
El director científico de Araclon Biotech destacó que el principal proyecto de esta compañía es "acabar con el alzhéimer", lo que requerirá la contribución de científicos, médicos, empresas farmacéuticas, asociaciones y políticos.
EFE