Algunas comunidades de la minoría tártara en Crimea serán desalojadas de las tierras que han ocupado en los últimos años, anunció el viceprimer ministro del autoproclamado Gobierno crimeano, Rustam Temirgalíev.
"Queremos legalizar mediante convenios todas las parcelas que ocupan los tártaros crimeanos. Les pediremos que desalojen parte de las tierras, dado que las necesitamos para fines sociales", dijo Temirgalíev en una entrevista publicada por la agencia oficialista rusa RIA Nóvosti.
El número dos aseguró que algunas de las tierras en las que se ubica la comunidad tártara han sido ocupadas de forma ilegal.
"Pero estamos dispuestos a ofrecer y legalizar muchas otras parcelas para una actividad normal de los tártaros crimeanos", señaló.
Al mismo tiempo, Temirgalíev indicó que los líderes tártaros ostentarán las vicepresidencias del Parlamento y el Gobierno regionales para gozar de una justa representación en los órganos de poder de la nueva república, autoproclamada como independiente de Ucrania.
El líder de los tártaros de Crimea, Refat Chubárov, tachó de "farsa" el referéndum celebrado el domingo en la autonomía ucraniana en el que el 96,77% de los votantes apoyaron la ruptura con Ucrania y la adhesión a Rusia.
Aseguró que en algunas localidades de la península donde la mayor parte de la población son tártaros los resultados fueron manipulados por las autoridades prorrusas.
Los tártaros, que no llegan a los 300.000 miembros en la península, eran los principales pobladores de Crimea hasta que el imperio ruso conquistó el territorio en el siglo XVIII, tras lo que fueron víctimas de represiones, hambruna y deportaciones.
Debido a la deportación estalinista por colaborar supuestamente con la Alemania nazi, los tártaros estuvieron 50 años lejos de Crimea, a la que regresaron sólo una vez rehabilitados tras la caída de la Unión Soviética.