La policía no considera responsables de secuestro, sabotaje y problemas psicológicos o personales a los 227 pasajeros que viajaban en el avión de Malaysia Airlines cuando desapareció el 8 de marzo, informan hoy los medios malasios.
El inspector general de la Policía malasia Khalid Abu Bakar, señaló que la investigación sobre la tripulación, formada por 12 malasios, aún sigue abierta en las citadas cuatro causas, según la agencia local de noticias Bernama.
Cuando las autoridades confirmaron que el Boeing 777-200ER cambió de rumbo de forma deliberada se sospechó de la implicación del piloto, el capitán Zaharie Ahmad Shah, de 53 años, y el copiloto, Fariq Abdul Hamid, de 27 años.
La hipótesis del secuestro perdió consistencia cuando los expertos analizaron los datos tomados por satélites de Inmarsat y concluyeron que el avión cayó en el sur del océano Índico, en una zona alejada de tierra.
El avión despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar.
Embarcaron 153 chinos, 50 malasios (12 formaban la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.
Diez aviones y nueve buques participaron en las operaciones de búsqueda llevada a cabo hoy en una zona de 221.000 kilómetros cuadrados del Índico a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Perth, la capital del estado de Australia Occidental.
EFE