España ha realizado por primera vez una cadena de seis trasplantes renales de vivo en varios tiempos, la más larga efectuada hasta ahora, según informó la Organización Nacional de Trasplantes española (ONT).
La cadena, que se realizó con un donante "samaritano" y en tres tiempos, comenzó a primeros de marzo y finalizó a principios de abril y, tanto los donantes como los receptores ya fueron dados de alta.
Además del donante "samaritano" o "altruista" (aquel que dona un riñón a una persona desconocida que necesita un trasplante), participaron cinco parejas donante-receptor incompatibles entre sí y un receptor de la lista de espera de donante fallecido, que cerró el ciclo.
Para lograr esta serie de trasplantes encadenados, la ONT recurrió por primera vez al 'donante puente' (aquel que permanece a la espera de hacer efectiva la donación, cuando su pareja ya ha sido trasplantada).
La cadena de trasplantes renales de donante vivo es una modalidad del trasplante renal cruzado puesto en marcha en 2009 y que representa el 11 % de todos los trasplantes renales.
Esta práctica está basada en el intercambio de órganos de donantes de vivo entre dos o más parejas para ofrecer a los pacientes con insuficiencia renal crónica la posibilidad de recibir un injerto gracias a la generosidad de su pareja cuando ésta no es compatible.
Este tipo de trasplantes que hasta ahora se había efectuado de forma simultánea en el tiempo, se realizó esta vez en días diferentes, y con la colaboración de cinco hospitales españoles de cuatro regiones diferentes, para permitir el aumento del número de pacientes beneficiados al incorporar a la cadena nuevas parejas de donante-receptor.
España, gracias a una importante red de trasplantes y a la solidaridad ciudadana, es líder mundial en trasplantes desde hace 22 años de forma ininterrumpida.
En 2013, el país alcanzó una tasa de 35,12 donantes por millón de personas con un total de 1.655 donantes, que permitieron realizar 4.279 trasplantes. EFE