(Damasco, 31 agosto. AFP) – El presidente sirio, Bashar al Asad, instó al nuevo gobierno a trabajar por la seguridad, la reconstrucción y la lucha contra la corrupción en Siria, así como a “evitar los errores del pasado”.
Este nuevo gobierno, formado el miércoles y que entró el domingo en funcionamiento, deberá dirigir los territorios bajo control del régimen en Siria, donde más de 191.000 personas perdieron la vida desde el inicio de la guerra en marzo de 2011, según Naciones Unidas.
El conflicto obligó asimismo a la mitad de la población a abandonar sus hogares. Tres millones de sirios encontraron refugio en el extranjero.
Según Asad, el éxito del nuevo gobierno dependerá de su capacidad para “ganar la confianza de los ciudadanos gracias a la transparencia y a la credibilidad”, indicó la agencia oficial Sana.
El presidente sirio reconoció, sin embargo, que la seguridad se mantiene como el principal problema del país, destacó la importancia de trabajar en “la reconciliación nacional” y afirmó que el principal desafío económico del país era la reconstrucción.
Bashar al Asad nombró el nuevo ejecutivo tras su victoria en la elección presidencial de junio, una “farsa” según la mayoría de la comunidad internacional. Los comicios tuvieron lugar únicamente en las zonas controladas por el régimen.
Según un informe de la ONU, tres de cada cuatro sirios viven en la pobreza y más de la mitad (54,3%) en la extrema pobreza. Un 20% de la población no cuenta con los medios necesarios para satisfacer sus necesidades básicas y la población de las regiones asediadas padece hambre y malnutrición.