Carlos Slim es un magnate mexicano considerado el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes que estima posee una fortuna de 81.100 millones de dólares que construyó con esfuerzo y trabajo desde principios del siglo XX. Pero, ¿cómo alcanzó su éxito? le interesa saberlo, aquí se lo contamos.
¡Atención y manos a la obra! Ferrán Martínez ha desarrollado en la obra “La alquimia de la prosperidad” (Urano) una lista de diez tips que explican la estrategia de Slim y su particular forma para hacer negocios y enfrentar la vida:
1.- El humanismo de la empresas pequeña: Slim cree en aprovechar las ventajas que tienen las empresas pequeñas, de estructuras simples y pocos niveles jerárquicos, donde se fomente la cultura interna en los empleados y estos potencien su desarrollo, para construir grandes compañías.
2.- Controlar el crecimiento de la empresa: en los momentos de bonanza financiera debe mantenerse la austeridad porque fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo; y además evita tener que hacer reducciones drásticas de personal si la empresa enfrentará una crisis.
3.- Atletismo empresarial: se debe incrementar la ompetitividad y la productividad en comparación con los mejores del mercado, “como si fuéramos atletas” para estar activos en los procesos de modernización, calidad, capacitación así como todo lo que pueda mejorar el negocio.
4.- Expansión de la organización: Las empresas nunca deben limitarse a la medida del propietario o del administrador. No hay que caer en la trampa de sentirnos grandes en nuestros pequeños corralitos y hacer la mínima inversión en activos que no rinden lo suficiente.
5.- Uniformidad y unión ante las metas: para Slim cualquier cosa puede alcanzarse si se trabaja en unión con objetivos e instrumentos claros.
6.- Diversificar los ingresos: hay que reinvertir el dinero que produce la empresa porque las ganancias se “evaporan”.
7.- Soluciones creativas: la creatividad empresarial no solo es aplicable a los negocios, también es la solución a muchos de los problemas de los países.
8.- Paciencia: Slim no cree en la euforia ni fantasias cuando se trata de negocios, lo mejor es “el optimismo firme y paciente”.
9.- El entorno no es limitación: Todas las épocas son buenas para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
10.- Riqueza temporal: el ego es un enemigo en los negocios, hay que tener como premisa clara que “nos vamos sin nada” de la vida y que el empresario es “solo un creador de riqueza que la administra temporalmente”.
Con información de Finanzas.com
1.- El humanismo de la empresas pequeña: Slim cree en aprovechar las ventajas que tienen las empresas pequeñas, de estructuras simples y pocos niveles jerárquicos, donde se fomente la cultura interna en los empleados y estos potencien su desarrollo, para construir grandes compañías.
2.- Controlar el crecimiento de la empresa: en los momentos de bonanza financiera debe mantenerse la austeridad porque fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo; y además evita tener que hacer reducciones drásticas de personal si la empresa enfrentará una crisis.
3.- Atletismo empresarial: se debe incrementar la ompetitividad y la productividad en comparación con los mejores del mercado, “como si fuéramos atletas” para estar activos en los procesos de modernización, calidad, capacitación así como todo lo que pueda mejorar el negocio.
4.- Expansión de la organización: Las empresas nunca deben limitarse a la medida del propietario o del administrador. No hay que caer en la trampa de sentirnos grandes en nuestros pequeños corralitos y hacer la mínima inversión en activos que no rinden lo suficiente.
5.- Uniformidad y unión ante las metas: para Slim cualquier cosa puede alcanzarse si se trabaja en unión con objetivos e instrumentos claros.
6.- Diversificar los ingresos: hay que reinvertir el dinero que produce la empresa porque las ganancias se “evaporan”.
7.- Soluciones creativas: la creatividad empresarial no solo es aplicable a los negocios, también es la solución a muchos de los problemas de los países.
8.- Paciencia: Slim no cree en la euforia ni fantasias cuando se trata de negocios, lo mejor es “el optimismo firme y paciente”.
9.- El entorno no es limitación: Todas las épocas son buenas para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
10.- Riqueza temporal: el ego es un enemigo en los negocios, hay que tener como premisa clara que “nos vamos sin nada” de la vida y que el empresario es “solo un creador de riqueza que la administra temporalmente”.