(Tokio, 29 de septiembre. Reuters) – Las autoridades de Japón temen que al menos 36 personas habrían muerto tras la erupción inesperada de un volcán el fin de semana, pero la búsqueda de víctimas quedó abandonada el lunes por miedo al aumento de gases tóxicos.
Los equipos de rescate en el monte Ontake, convertido en un sombrío paisaje con una densa capa de cenizas, encontraron lo que podrían ser cinco nuevas víctimas.
La erupción del volcán de 3.607 metros de altura, situado a 200 kilómetros al oeste de Tokio,se produjo el sábado mientras la zona estaba repleta de escaladores.
Hasta ahora se han confirmado 10 muertos en la primera erupción volcánica fatal en Japón desde 1991, y 63 heridos, algunos con fracturas.
“Es mi hijo, mi segundo hijo. No hemos tenido ningún contacto”, dijo un hombre canoso a la televisión de Japón, añadiendo que su hijo de 26 años estaba en la montaña con su novia.
“Estamos completamente exhaustos“, añadió.
Más de 500 personas que participan en las labores de rescate han estado peinando la cumbre, donde hay ceniza hasta la rodilla, y han atravesado refugios cuyos tejados tenían agujeros de las rocas expulsadas por el volcán.
El domingo abandonaron la búsqueda por el olor a sulfuro en la cumbre, que desató temores a que hubiera gases tóxicos.
Japón es una de las naciones sísmicamente más activas del mundo, pero no ha sufrido ninguna muerte por erupciones desde 1991, cuando 43 personas murieron en una explosión piroclástica en el monte Unzen.
Ontake, el segundo volcán activo más alto de Japón, registró una erupción menor hace siete años. La última de grandes proporciones fue en 1979.
Los escaladores dijeron que no hubo una advertencia antes de la erupción del sábado poco antes de mediodía y cientos quedaron atrapados durante horas antes de que fuera posible el descenso.
“Sentí una explosión de viento caliente contra mi espalda y caí al suelo”, dijo un hombre a NTV. “Tenía la certeza de que iba morir”.