(Bogotá, 27 de noviembre. EFE).- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró hoy que a los narcotraficantes mexicanos “no les gusta” la posibilidad de que se firme la paz con las FARC porque “se quedan sin su materia prima”, en referencia al preacuerdo de las partes para erradicar los cultivos de coca.
En un acto en el norte de Bogotá, Santos habló sobre los opositores al proceso de paz que desde hace dos años se desarrolla con las FARC y que actualmente se encuentran suspendidos por el secuestro del general Rubén Dario Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego.
“Hay gente que no comulga con la paz. A los narcotraficantes en México no les gusta la paz en Colombia, porque de pronto se quedan sin su materia prima”, destacó.
Y es que entre los tres preacuerdos que por el momento han alcanzado el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) figura el compromiso de erradicar los cultivos de coca del país a través de proyectos de sustitución y eliminación.
Según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), Colombia cerró 2013 con una estimado de 48.000 hectáreas de coca cultivadas, las mismas que en 2012.
En su último informe actualizado sobre el país, emitido en junio, este organismo reveló que hay “fuerte incremento” de los cultivos entre los mayores productores: las regiones fronterizas con Ecuador (Nariño y Putumayo) y Venezuela (Catatumbo).
Tanto el Gobierno como las FARC han expresado su voluntad de regresar a la mesa de negociación, con sede en La Habana, tan pronto como se produzca la liberación de Alzate y sus acompañantes, prevista para algún momento de este fin de semana.
La retención del general, el militar con mayor rango que ha sido secuestrado por las FARC, se produjo el pasado 16 de noviembre en el selvático departamento del Chocó (oeste) en circunstancias confusas, pues vestía de civil y carecía de escoltas pese a encontrarse en una zona de fuerte presencia guerrillera.
En estos dos años de diálogos, el Gobierno y las FARC han conseguido junto al preacuerdo sobre drogas ilícitas consenso preliminar en otros dos puntos, referidos a la propiedad de la tierra y participación política.