Un fiasco ha marcado el último tramo de la histórica reforma de las telecomunicaciones en México. El Grupo Radio Centro no ha podido pagar los 230 millones de dólares que ofreció por la segunda cadena de televisión ofrecida por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el regulador del sector. El fracaso para cumplir con el pago, cuyo plazo vencía la tarde de este viernes, hace que la licitación quede desierta y abre un escenario de incertidumbre que no fue previsto por nadie.
Grupo Radio Centro, propiedad de Francisco Aguirre, deberá desembolsar 27 millones de dólares como una garantía de seriedad al IFT. Los ganadores de un proceso que comenzó en marzo de 2013con una reforma constitucional se dieron a conocer el pasado 12 de marzo. Ese día se abrieron los sobres del concurso, que revelaron que la oferta hecha por la empresa de Aguirre había superado por un 69% a la que hizo la otra ganadora, Cadena Tres (115 millones de dólares).
Mony de Swaan, un exconsejero del órgano regulador, ha señalado que el impago abre un abanico de opciones. “Nunca se había ofertado una cadena de televisión. Hay ciertas cosas que hacen creer que una segunda vuelta de licitación sería exitosa”, afirma.“¿Por qué no hubo mecanismos de verificación que garantizaran que tenían el músculo financiero para cubrir el monto?”, se pregunta Ernesto Piedras, director de The CIU, una firma de consultoría especializada en telecomunicaciones. “Este es el primer fracaso de la reforma, que prometía a la sociedad brindar dos nuevas cadenas con más ofertas de contenidos. Después de un esfuerzo nacional nos quedamos solo con una”, afirma.
El IFT ha emitido esta tarde un comunicado asegurando que la responsabilidad del no pago corresponde “exclusivamente” a los postores. “El Instituto analizará en breve las acciones a seguir respecto de las bandas de frecuencia que han quedado disponibles”, dice el texto. La posibilidad de que se realice una segunda licitación flota en el aire, pero no ha sido confirmada. “Hay que preguntar cuándo se va a restituir el proceso. Algunas versiones dicen que puede ser inmediatamente, pero yo creo que se debe revisar el diseño del nuevo concurso”, dice Piedras.
Los expertos aseguran que los potenciales interesados en participar en una segunda vuelta tienen nuevos elementos para tomar decisiones de inversión. Ahora son claros los lineamientos del multiplexeo, que permite que cuatro canales digitales ocupen el lugar que antes tomaba uno analógico, y el avance de la TDT en el país.
El retraso, sin embargo, también pone en desventaja a los futuros actores de un sector dominado por dos gigantes: Televisa y Televisión Azteca. “El nuevo ganador irá rezagado frente a ellos y frente a Cadena Tres”, afirma de Swaan. Los comisionados tienen en sus manos la oportunidad de cambiar las bases del concurso y ofrecer, en lugar de una cadena nacional, varias regionales. “Deben diseñar una fórmula atractiva y flexible para el mercado”, agrega.
Ni los diputados que diseñaron la reforma ni los comisionados del órgano regulador previeron el tropiezo de Grupo Radio Centro. Francisco Aguirre, en una entrevista con el veterano periodista Jacobo Zabludovsky, había afirmado que hizo una oferta de más de tres mil millones de pesos para “estirar la liga [ir más allá]”, motivado por la ilusión de volver a la televisión. “No podíamos perder esta oportunidad”, dijo a mediados de marzo. En 1967 el grupo había recibido concesiones para transmitir por TV, pero el proyecto se frustró en 1972.
México entra ahora en un territorio desconocido tras la decepción en el primer concurso transparente de una cadena de televisión. Ahora tratará de aprender de sus errores. “No es un proceso exitoso, pero seamos pacientes y apoyemos al Instituto”, dice de Swaan.Otros sin embargo, ya preveían las dificultades que se avecinaban para Aguirre y su empresa. Dan Wood, un analista, mostró su preocupación por la aventura televisiva en un informe de noviembre de 2014. A pesar de un crecimiento en los ingresos netos de la empresa de un 177% el triunfo en la licitación los ponía en aprietos económicos. “La empresa tiene poca deuda, pero solo registra efectivo por 46 millones de pesos en su balance y los flujos de efectivo han sido inconsistentes”, aseguraba. Wood afirmaba que Grupo Radio Centro tendría que endeudarse mucho para conseguir liquidez o decidir por una “dilución” de los accionistas para salir airoso de la licitación. “Soy escéptico de que obtendría la rentabilidad necesaria para justificar esta acción”, concluíaEL PAIS