Obama escuchó a Rafael Correa, que habló antes que él, e incluso le respondió algunas de las críticas al ecuatoriano. La presidenta argentina dedicó casi todo su mensaje a hablar de la "sinceridad" de los países y le pegó a Estados Unidos, y al propio presidente, sobre varios temas, sobre todo porque Obama dijo que no miraba al pasado sino al futuro.
En un momento, ella preguntó si Obama se había ido, y dijo que no quería ponerse sus anteojos para corroborarlo. "No importa", dijo ella. El estadounidense ya no estaba.
Maduro le exigió a Obama varias cuestiones, como la derogación de un decreto que considera a Venezuela como una amenaza y le pidió que desactive la "maquinaria de guerra" que hay en la embajada de EE.UU. en Caracas, entre otras cosas. Le solicitó que atienda los mensajes que le dice haber mandado en los últimos años en público y en privado. Pero Obama ya no estaba para escucharlos.