El director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, afirmó que los nuevos testimonios divulgados sobre la muerte de dos niños y las heridas a seis por el conflicto en Yemen reiteran la necesidad urgente de proteger a los menores en ese país y de poner fin a las hostilidades.
En un comunicado el responsable del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia afirmó que desde el inicio de las hostilidades en marzo pasado más de 135 niños han muerto y unos 260 han sido heridos.
"Cada una de estas muertes es una tragedia personal, un sombrío recordatorio del precio de la crisis, y una evidencia de que la violencia se ensaña con los grupos más vulnerables", añadió.
Lake subrayó que bajo el derecho internacional humanitario, todas las partes del conflicto están obligadas a proteger a los niños del daño y pugnó por el establecimiento de una pausa humanitaria que permita proveer suministros esenciales a los heridos, los enfermos , los grupos vulnerables y a todos los afectados por la violencia.
