Según un estudio publicado en “Cell Host & Microbe’s”, el cómo nacemos y lo que comemos cuando estamos bebés determina nuestra flora intestinal.
Los niños que nacen a través de cesáreas tienen bacterias diferentes a las de sus madres, todo lo contrario a los nacidos por parto natural.
Mediante un análisis de las muestras de heces de 98 bebés suecos durante su primer año de vida, se conoció esta información. Para el momento, los niños nacidos por cesárea tenían bacterias intestinales menos parecidas a las de sus madres que aquellos nacidos por vía vaginal.
La lactancia materna también es un factor determinante. Se puede conocer que las decisiones en la alimentación, pecho o tetero, son claves en el microbioma intestinal infantil. En los resultados se mostró que el cese de la lactancia materna, en lugar de dar alimentos sólidos, es fundamental en el desarrollo de una microbiota similar a la de un adulto.
Las bacterias intestinales son una fuente de nutrientes y vitaminas para un niño durante su crecimiento. Son capaces de interactuar con los procesos celulares normales y es por ello que los investigadores actualmente trabajan en comprender el papel de los microbios intestinales en el metabolismo, la inmunidad e incluso en el comportamiento.ABC