Según un estudio publicado en “Cell Host & Microbe’s”, el cómo nacemos y lo que comemos cuando estamos bebés determina nuestra flora intestinal.
Los niños que nacen a través de cesáreas tienen bacterias diferentes a las de sus madres, todo lo contrario a los nacidos por parto natural.
La lactancia materna también es un factor determinante. Se puede conocer que las decisiones en la alimentación, pecho o tetero, son claves en el microbioma intestinal infantil. En los resultados se mostró que el cese de la lactancia materna, en lugar de dar alimentos sólidos, es fundamental en el desarrollo de una microbiota similar a la de un adulto.
Las bacterias intestinales son una fuente de nutrientes y vitaminas para un niño durante su crecimiento. Son capaces de interactuar con los procesos celulares normales y es por ello que los investigadores actualmente trabajan en comprender el papel de los microbios intestinales en el metabolismo, la inmunidad e incluso en el comportamiento.ABC