El papa c criticó este miércoles una economía y una política que no reconocen el valor de la familia y que se basan en el bienestar individual y "explotan los vínculos familiares", durante su catequesis en la audiencia general.
Francisco, quien dedicó su catequesis a la familia, indicó que "el gran trabajo de la familia no se contabiliza en los balances" y lamentó que "economía y política sean avaras de reconocimiento" en este aspecto.
También destacó que la "falta de trabajo o la precariedad pesan duramente sobre la vida familiar y ponen a dura prueba las relaciones".
Agregó que "las condiciones de vida en los barrios más pobres, los problemas de vivienda,de transportes o la reducción de los servicios sociales y escolares, causan aún mayores dificultades".
El pontífice también hizo hincapié en el "daño" que causan a la familia "los modelos difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo y en el culto a las apariencias, que influyen sobre las clases sociales más pobres y aumentan la disgregación familiar".
Pero para Francisco, lo peor sin duda es la guerra, que calificó como "lo madre de todas las pobrezas, depredadora de vidas, de almas y de los afectos más queridos".
El papa afirmó que la Iglesia y los católicos deben "velar con la oración y con la acción para que a nadie le falte el pan, el trabajo, la educación y la sanidad".
"También nosotros cristianos debemos estar cada vez más cerca de las familias que sufren la pobreza. La Iglesia madre no debe olvidar nunca este drama de sus hijos. Ella también está llamada a ser pobre, practicando la simplicidad en su propia vida, de manera que llegue a ser fecunda y pueda dar una respuesta a tanta miseria", aseveró.
Francisco, quien dedicó su catequesis a la familia, indicó que "el gran trabajo de la familia no se contabiliza en los balances" y lamentó que "economía y política sean avaras de reconocimiento" en este aspecto.
También destacó que la "falta de trabajo o la precariedad pesan duramente sobre la vida familiar y ponen a dura prueba las relaciones".
Agregó que "las condiciones de vida en los barrios más pobres, los problemas de vivienda,de transportes o la reducción de los servicios sociales y escolares, causan aún mayores dificultades".
El pontífice también hizo hincapié en el "daño" que causan a la familia "los modelos difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo y en el culto a las apariencias, que influyen sobre las clases sociales más pobres y aumentan la disgregación familiar".
Pero para Francisco, lo peor sin duda es la guerra, que calificó como "lo madre de todas las pobrezas, depredadora de vidas, de almas y de los afectos más queridos".
El papa afirmó que la Iglesia y los católicos deben "velar con la oración y con la acción para que a nadie le falte el pan, el trabajo, la educación y la sanidad".
"También nosotros cristianos debemos estar cada vez más cerca de las familias que sufren la pobreza. La Iglesia madre no debe olvidar nunca este drama de sus hijos. Ella también está llamada a ser pobre, practicando la simplicidad en su propia vida, de manera que llegue a ser fecunda y pueda dar una respuesta a tanta miseria", aseveró.
EFE