La canciller Angela Merkel ha apelado al Gobierno griego para cerrar un acuerdo que cada vez parece más difícil. “Sigo convencida de que cuando hay voluntad, se puede buscar un camino”, ha dicho en la mañana del jueves la jefa del Gobierno alemán, una frase que en los últimos días ha usado como muestra de buena voluntad.
Merkel aporta así una gota de optimismo frente a los que ven muy difícil que los ministros de Hacienda que hoy se reúnen en Luxemburgo logren un pacto. Entre los escépticos está el propio presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem. Pero la canciller deja toda la responsabilidad en manos griegas. “Si los responsables griegos tienen esta voluntad, un acuerdo es aún posible”, ha añadido en su discurso ante el pleno del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán).
El debate parlamentario en Berlín se celebra en un momento caliente no solo para Grecia, sino también para el propio liderazgo de Merkel en su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU). Cada vez más diputados democristianos muestran su cansancio ante la interminable crisis griega y ponen en duda su apoyo a un hipotético nuevo plan de ayuda para Atenas. Entre los partidarios de no ceder ni un milímetro ante el Gobierno de Alexis Tsipras está el poderoso ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, al que se ha acercado la canciller antes de empezar su discurso, y con el que ha estado charlando ante las cámaras de los fotógrafos nada más abandonar la tribuna de oradores. La presión no le llega solo desde las filas de su partido. Recientes encuestas muestran que una ligera mayoría de alemanes preferirían que Grecia saliera del euro.
Horas antes de la decisiva reunión del Eurogrupo, Merkel ha exhibido dureza al recordar que Atenas ha recibido en los últimos años “un volumen de ayuda sin precedentes de los socios europeos” y que se ha comprometido a devolver el dinero prestado. La líder democristiana ha contrapuesto el modelo de los países que han hecho las reformas adecuadas –como España, Irlanda y Portugal- a una Grecia que, según ha recordado, debe poner en marcha ahora las reformas a las que se ha comprometido. “En la unión económica y monetaria, la solidaridad y la responsabilidad van juntas de la mano”, ha añadido.
Merkel ha recordado también que la unión monetaria es ahora mucho más robusta que cuando empezó la crisis, un argumento que en los últimos meses han usado los halcones democristianos para sugerir que la zona euro estaría preparada para asumir sin grandes traumas la salida de Grecia del euro.
Mientras la canciller alababa el plan de ayudas diseñado en los últimos años, desde las filas del partido opositor La Izquierda (Die Linke) alguien le ha reprochado un plan de “asesinato en masa político y financiero”. Más tarde, al ser preguntado el portavoz parlamentario de Die Linke, Gregor Gysi, si suscribe estas palabras, ha respondido que él prefiere definir el rescate europeo como “una catástrofe”. “Usted pone en peligro la zona euro y, por lo tanto, todo el proceso de integración europea”, ha reprochado Gysi a la canciller. EL PAIS