El rendimiento de la sonda Rosetta, que estableció anteayer un segundo contacto con el módulo Philae tras siete meses de letargo, “supera las expectativas”, pese a que las señales aún no sean del todo estables, señaló el responsable científico de la misión, Jean-Pierre Bibring.
En una conferencia de prensa en el Salón Aeronáutico de Le Bourget, al norte de París, Bibring aseguró que la misión ya es “fundamentalmente un éxito”, puesto que la “valiosa” información que proporcionará representa un “paso importante” para entender “cómo hemos llegado hasta aquí”.
El robot Philae dio en la noche del sábado señales de haberse reactivado siete meses -con un contacto de 85 segundos, al que siguió otro de 4 minutos el domingo- después de posarse en noviembre sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, a 320 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.
“El material de la zona de aterrizaje es extraordinario porque es el mismo que modeló el sistema solar”, reveló el científico francés, quien se mostró “orgulloso” de la resistencia de Philae, que sobrevive a temperaturas de 150 grados bajo cero.
Bibring reconoció, sin embargo, que los contactos con el robot hasta ahora no son lo suficientemente estables: “Queremos establecer contacto con la sonda durante diez minutos y no durante diez segundos”.
Con todo, se espera que esas señales logren estabilizarse progresivamente gracias a la carga de los paneles solares de los que está dotado el módulo, así como a la activación de una batería secundaria dispuesta para ocasión, indicó la ingeniera Barbara Cozzoni.
“Necesitamos más contactos para conocer nuestra estrategia a largo plazo”, afirmó Cozzoni, antes de destacar la “buena salud” del robot: “Solo tenemos buenas noticias por el momento”.
El director del proyecto, Philippe Gaudon, anunció, por su parte, que hasta 8 instrumentos de la sonda han funcionado correctamente desde que el fin de semana volvió a dar señales de vida.
“Creo que hemos logrado 80% de lo que hemos intentado”, dijo Gaudon, para quien la misión se desarrolla conforme a lo previsto.
Según detalló, la sonda debería haber aterrizado en el norte del cometa, donde actualmente se registran nueve horas de sol, pero finalmente lo hizo en la cara sur. El cometa se está aproximando al Sol y estará en el punto más próximo en agosto. Ese acercamiento es el que debe garantizar el acopio en energía del módulo.
Fuente: EFE