El principal índice de la Bolsa de Japón registró este miércoles su mayor subida diaria en siete años. Contagiados del optimismo generalizado en los mercados internacionales y las promesas de estímulos, los inversores aceleraron sus compras tras un agosto negro por las turbulencias de su mayor vecino, China, que habían dejado el precio de las acciones en mínimos de siete meses. El Nikkei subió un 7,71% y cerró en los 18.770,51 puntos.
Los inversores se dejaron llevar por expectativas en numerosos frentes. Dentro de sus fronteras, el primer ministro Shinzo Abe ha prometido una rebaja del impuesto de sociedades de como mínimo el 3,3% durante los dos próximos años fiscales. Fuera, la posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense decida la próxima semana aplazar la subida de tipos de interés o la intención de China de aumentar su gasto fiscal para contrarrestar la evidente desaceleración económica han ayudado al empuje.
El 98,89% de las empresas que cotizan en el parqué tokiota registraron subidas, encabezadas por las de los sectores farmacéutico, bancario, financiero y el del automóvil, informa Efe. Las ganancias se generalizaron en toda la región: Sídney subió un 2,1%, Seúl un 2,96%, Shanghái un 2,29% y Hong Kong un 4,1%.
El martes, la Bolsa japonesa registró pérdidas de un 2,43% tras la revisión del PIB del segundo trimestre -que a pesar de señalar una caída menor de la estimada inicialmente añadió dudas sobre su economía- y por los malos datos de comercio exterior de China. Otros parqués de la región se resintieron de estos nuevos datos de debilidad de la segunda economía mundial hasta que el anuncio de un nuevo mecanismo para controlar la volatilidad en las Bolsas chinas, el gran dolor de cabeza de los mercados asiáticos durante el verano, ejerció de revulsivo. La información llegó una vez Tokio ya había cerrado, así que los inversores nipones celebraron hoy la iniciativa como hicieron ayer las Bolsas europeas y posteriormente Wall Street.
Otros analistas subrayan que el repunte se debe en parte a las buenas oportunidades de compra tras las continuas caídas. En el último mes y hasta hoy, el Nikkei había perdido más de un 15% de capitalización bursátil. "Con tal cantidad de ventas en las últimas semanas, el rallyalcista de hoy, como el de ayer en Estados Unidos, representa un rebote especulativo. El mercado seguirá siendo susceptible a volver a los números rojos hasta que veamos señales de una cierta mejora en la causa real de la volatilidad, que es la preocupación sobre el crecimiento de China", considera Angus Gluskie, director de White Funds Manager a la agencia Reuters.
El Ministerio de Finanzas chino anunció este miércoles un aumento del gasto para llevar a cabo proyectos de infraestructuras y un recorte de impuestos para las pequeñas y medianas empresas. Es la última de las medidas anunciadas con el objetivo de sostener el ritmo de crecimiento de la segunda economía mundial. En los últimos meses, coincidiendo con el estallido de la burbuja bursátil, Pekín ya ha inundado el mercado de liquidez con la rebaja de los tipos de interés y del coeficiente de caja de los bancos en varias ocasiones. Ahora el estímulo también llegará a través de la fiscalidad, tanto mediante rebajas de tasas como aumentos del gasto, en lo que ya se considera la mayor intervención del Gobierno chino desde la aprobación, en 2008, de un plan de estímulo masivo tras el estallido de la crisis financiera internacional.
