Al menos 34 personas murieron el martes en la mañana por explosiones en el aeropuerto y en una estación del metro de Bruselas que motivaron alertas de seguridad en toda Europa y paralizaron algunos medios de transportes transfronterizos.
Un testigo de uno de los ataques dijo haber oído gritos en árabe poco antes de que se produjeron dos explosiones en una zona de embarque en el aeropuerto Zaventem de Bruselas. El fiscal federal afirmó que una de las detonaciones probablemente fue provocada por un atacante suicida.
La emisora pública belga VRT elevó la cifra de muertos a 34, de los cuales 20 fallecieron en la explosión en el metro y 14 en el aeropuerto.
Los atentados tuvieron lugar cuatro días después de la detención en Bruselas de un supuesto participante de los ataques de noviembre en París en los que murieron 130 personas.
La policía belga y tropas de combate en las calles estuvieron en alerta en las jornadas previas ante posibles acciones de represalia. Los ataques del martes tuvieron lugar en áreas públicas repletas de gente, donde no se registra a todas las personas o sus pertenencias.
Imágenes de video mostraron la devastación en la zona de embarque del aeropuerto de Bruselas con planchas del techo y cristales esparcidos por el suelo. Algunos pasajeros salían de la terminal con sangre en la ropa o aún cargando su equipaje y se veía humo desde las ventanas del edificio.
Varios de los muertos y heridos tenían lesiones graves en las piernas, dijo a Reuters un operario del aeropuerto, lo que sugiere que al menos una bomba se encontraba dentro de una maleta.
Gran Bretaña, Alemania, Francia y Holanda fueron algunos de los países que anunciaron la aplicación de medidas de seguridad adicionales.
Todo el transporte público en Bruselas estaba detenido y las autoridades llamaron a los ciudadanos a no sobrecargar las redes telefónicas. Además, enviaron tropas adicionales al centro de la ciudad y el Centro Belga para Crisis, claramente preocupado de que haya otro incidente, llamó a la población a "permanecer donde estén".
El periodista de la cadena británica de televisión Sky News Alex Rossi, que se encontraba en el aeropuerto, dijo que escuchó dos explosiones "muy, muy fuertes".
"Pude sentir al edificio moverse. También había polvo y humo (...) Fui hacia donde se produjo la explosión y había gente saliendo muy aturdida y conmocionada", afirmó.
Un testigo dijo que las explosiones tuvieron lugar en un mesón de registro de pasajeros.
El primer ministro belga, Charles Michel, habló sobre un "una época negra para nuestro país".
"Lo que temíamos ha pasado. Nuestro país ha sido impactado por ataques que son ciegos, violentos y cobardes", dijo.
La explosión afectó al metro mientras salía de la estación de Maelbeek, cercana la instituciones de la Unión Europea, en dirección al centro de la ciudad.
Un periodista local tuiteó una fotografía de una persona en el suelo cubierta de sangre entre humo frente a la estación de Maelbeek, en la principal avenida Rue de la Loi que conecta el centro de Bruselas con las instituciones de la Unión Europea.
El fiscal federal dijo en una conferencia de prensa que una de las dos explosiones en el aeropuerto probablemente fue provocada por un atacante suicida.
CANCELAN VUELOS Y EVACUAN PASAJEROS
El primer ministro británico, David Cameron, manifestó su consternación por el ataque. "Haremos todo lo que podamos para ayudar", dijo.
El aeropuerto de Bruselas dijo que había cancelado todos los vuelos al menos hasta las 6 a.m. (0500 GMT) del miércoles y que el complejo había sido evacuado, mientras que los trenes hacia el aeropuerto fueron detenidos. Los pasajeros fueron llevados a autobuses de la terminal para trasladarlos a una zona segura.
Aunque la mayoría de los aeropuertos europeos son conocidos por fuertes medidas de control de pasajeros y de sus equipajes, eso usualmente sólo ocurre después de que los pasajeros se han registrado en el mesón y luego se dirigen a las puertas de embarque.
Las acciones europeas cayeron tras las explosiones, particularmente títulos del sector de viajes y turismo, como de aerolíneas y hoteles. Los activos de refugio, como el oro y los bonos gubernamentales, subieron
REUTERS