Naciones Unidas condenó enérgicamente los ataques terroristas cometidos este martes en Bruselas, que según informaciones preliminares habrían causado más de 30 muertos y al menos 230 heridos.
Esta mañana se produjeron dos explosiones en el aeropuerto de Zaventem, en la capital belga, y casi una hora más tarde se registró otro estallido en un tren que se encontraba en una estación de metro, cerca del edificio del Parlamento Europeo.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, se refirió a los ataques como "despreciables" y expresó su solidaridad al pueblo y al gobierno de Bélgica.
En un comunicado, Ban llamó a que los responsables sean identificados y presentados rápidamente ante la justicia, y confió en que el compromiso de las autoridades belgas y europeas con los derechos humanos, la democracia y la coexistencia pacífica sigan siendo la respuesta al odio y la violencia de la que hoy fueron víctimas.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Mogens Lykketoft, expresó consternación y recordó que los atentados de Bruselas se suman a los cometidos durante la última semana en Turquía y Côte d´Ivoire.
Los actos de terrorismo son injustificables independientemente de su motivación y no tienen lugar en el mundo moderno, apuntó Lykketoft tras repudiar enérgicamente los ataques e instar a los gobierno a combatir ese flagelo con apego a las leyes internacionales de derechos humanos, de refugiados y humanitarias.