Después del triunfo de la derecha española, el movimiento de protesta 15M que se estableció en la Puerta del Sol de Madrid continúa con su hormigueo de asambleas.
La acampada, menos atiborrada que otros días, sobrevive después de las elecciones en las que el derechista Partido Popular (PP) propinó una histórica derrota al gobernante Partido
Socialista Obrero Español (PSOE).
El cansancio se refleja en los rostros de los manifestantes, pero permanecerán allí otra semana.
Nadie evalúa los resultados, salvo para aclarar que el movimiento va más allá de estas votaciones. Para los organizadores de las acampadas, sus acciones coincidieron con la coyuntura electoral pero no creen que dependan de ella.
"Ya somos un movimiento internacional. Nos quieren asociar con la izquierda pero no tenemos nada que ver con el bipartidismo. Estamos contra un sistema en el que priman los intereses económicos antes que las necesidades de las personas. Ahora nuestra prioridad es consolidar el movimiento", comenta a BBC Mundo Pablo Gómez, uno de los portavoces.
El objetivo inmediato del 15M es articular la red nacional e internacional de ciudades que se han sumado al movimiento y establecer en cada barrio de Madrid un espacio donde los ciudadanos discutan y elaboren propuestas.
"Luego las centralizaremos en asamblea general en Sol o en otro sitio para proponerlas formalmente a las administraciones", explica Gómez.
"!A la Zarzuela!"
Este lunes el sol pegaba fuerte en la plaza mientras algunos voluntarios, spray en mano, rociaban de agua a los asistentes. En la asamblea se discutía la pérdida de algunos objetos.
"Debajo del caballo de Carlos III habían varias pertenencias, entre ellas mi cámara, que han desaparecido. Por favor tengan cuidado, nos han dicho que se han filtrado carteristas", se quejaba uno de los participantes mientras le traducían en el lenguaje para sordomudos.
De repente una asambleista tomó el micrófono para proponer una marcha hacia el Palacio de la Zarzuela, residencia del rey Juan Carlos.
"Es el máximo representante de nuestra democracia y aún no se ha pronunciado. ¿Quién se apunta?", subraya mientras aleteaban decenas de manos.
Detrás de la asamblea se alza la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid, ganada por tercera vez consecutiva por la dirigente del Partido Popular, Esperanza Aguirre.
Entre la multitud, y perlado por el sudor, el madrileño David Fuentes, comentaba los resultados de las elecciones. Se ha acercado casi todos los días a la plaza para solidarizarse con el movimiento.
"Ayer la gente que estaba frente a la sede del PP decía que eso sí era democracia y no lo de Sol. ¿Si las urnas no representan a un sector de la población, qué futuro le espera?", detalla a BBC Mundo mientras mira su reloj.
"Sabíamos que no nos íbamos a marchar de Sol después de los resultados de las elecciones. Ha sido mucho el esfuerzo de montar el campamento, las comisiones para desmantelarlas y ya está", detalla mientras enfila el paso.
Lo que viene para el 15M
Los analistas aún no se arriesgan a afirmar que hay una relación directa de las acampadas de protesta con el aumento de los votos blancos o la subida de partidos minoritarios como Izquierda Unida o UPyD. Sin embargo, señalan, los partidos tradicionales ya no los podrán ignorar
"El aumento del voto en blanco puede ser una primera y débil incidencia de estas protestas. El resultado de estas votaciones ha sido un voto de indignados, un rechazo contra la deriva de la política española. Los acampados representan el iceberg de ese descontento pero incluso han sido sobrepasados por esa indignación general", detalla a BBC Mundo José María Román Portas, director de la Fundación Ciudadanía y Valores.
Portas cree que los partidos ya no los podrán ignorar porque han demostrado que a través de las redes sociales pueden emerger en cualquier otro momento con fuerza.
"El movimiento tiene una inercia y un entusiasmo que les durará algunas semanas, no creo que vaya a durar mucho más aunque pueden mantener cierta vivencia a través de asambleas periódicas".
"Ahora bien, si los manifestantes no ven cambios en los políticos creo que les volveremos a ver en enero y febrero con más fuerza", agrega el experto, quien dice llamarle la atención el discurso de Zapatero aceptando la derrota.
"Fue de un discurso correcto, de buen perdedor pero en ningún momento admitió una responsabilidad personal en sus políticas", apunta.
Frente a las voces del Partido Popular que censuran la concentración en Sol, el analista advierte que "a medida que asuma más responsabilidades de poder no los podrá ignorar".
"Si lo hace, este movimiento que ha demostrado una capacidad expansiva tremenda (ha nacido en Sol y ha llegado a Washington), se volverá en su contra", puntualiza el analista
Juanjo Robledo
BBC Mundo, Madrid
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