(EFE).- El Vaticano encendió hoy el abeto de 30,5 metros de alto, 5,6
metros de diámetro y casi 5.000 kilos de peso colocado en la plaza de
San Pedro, regalo de la región ucraniana de Transcarpacia, que adornará el
recinto vaticano durante la Navidad junto al portal de Belén.
Al encendido acudieron el arzobispo Giovanni Bertello, gobernador del Estado
de la Ciudad del Vaticano, y una delegación del Gobierno ucraniano encabezada
por el viceprimer ministro, Borís Kolésnikov; el arzobispo mayor de Kiev-Halyc
(católicos de rito oriental), Sviatolav Schevchuk; el arzobispo de Leópoli de
los Latinos, Mieczyslaw Mokrzycki y el eparca (obispo) de Mukachevo, Milan
Sasik.
También asistieron Dionisio Lachovicz, encargado de los ucranianos de rito
bizantino (católicos de rito oriental) en Italia y España, y el arzobispo de
Poltava en representación de la Iglesia ortodoxa ucraniana dependiente de
Moscú.
La iluminación fue activada durante una ceremonia en la que actuaron
grupos folclóricos ucranianos y bandas que interpretaron música de ese
país y a la que asistieron varios miles de personas.
Antes de la inauguración, Benedicto XVI recibió en audiencia al viceprimer
ministro de Ucrania y a los miembros de las iglesias católicas ucraniana de rito
oriental y latino y al representante ortodoxo, a los que dijo que el abeto
simboliza el nacimiento de Cristo porque “sus ramas siempre verdes recuerdan el
perdurar de la vida”.
El papa subrayó que este árbol es también señal de la religiosidad de
Ucrania.
“Auspicio que estas raíces puedan soldar cada vez más vuestra unidad
nacional, favoreciendo la promoción de los valores humanos”, dijo el
pontífice.
El árbol y el portal de Belén “pertenecen al patrimonio espiritual de las
comunidades cristianas, que debemos conservar en la sociedad actual, en la que
parece prevalecer el consumismo y la búsqueda de bienes materiales”, agregó.
El abeto instalado en la plaza vaticana procede de Zakarpatia, en la región
ucraniana de Transcarpacia.
Se trata de un abeto rojo de la especie “Picea abies”, que tiene algo
más de 700 ramas, algunas de las cuales pesan entre 10 y 12
kilogramos.
Ha sido decorado con 2.500 esferas de color oro y plata y otras tantas luces
blancas y amarillas.
El Vaticano entró hace varias semanas en el periodo navideño con el comienzo
de las obras de construcción del espectacular belén, que desde la decisión de
Juan Pablo II en 1982 preside todos los años en Navidad la plaza de San
Pedro.
Un equipo de trabajadores monta desde mediados de noviembre la estructura del
belén, donde serán colocadas las principales esculturas tradicionales del
Nacimiento, que como todos los años ocupará el espacio delante del obelisco, en
el centro de la plaza.
Como es ya tradición, también este año otro estado mexicano, en esta ocasión
Puebla, ha regalado al Vaticano un pesebre y adornos para los abetos
navideños.
Este portal, de estilo poblano y bendecido por el papa el día 14, está
formado por una quincena de piezas de cerámica talaverana y ha sido instalado en
el Aula Pablo VI, donde el pontífice celebra las audiencias públicas y otros
eventos.