(EFE).- El exapoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio
Schoklender, sembró hoy de nuevo la polémica con unas revelaciones sobre
la supuesta financiación irregular de la organización con asaltos y sus
vínculos con guerrillas latinoamericanas.
Asaltos y armas
Schoklender, acusado de malversación y desvío de fondos públicos destinados a
un plan de viviendas de Madres de Plaza de Mayo, sostiene que la organización
encabezada por Hebe de Bonafini llegó a financiarse con asaltos y ocultó
armas en la universidad.
Tanto Madres de Plaza de Mayo como otras organizaciones humanitarias y el
Gobierno argentino han optado por mantener silencio ante las revelaciones de
Schoklender, que adelantó en un par de entrevistas divulgadas hoy
parte del contenido un libro que publicará en breve.
Supuesto contacto con las Farc
Según el exapoderado, la organización Madres de Plaza de Mayo mantuvo
contacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) con
el objetivo de entrenar jóvenes para un movimiento en Argentina que derivara en
“la revolución”.
“Por supuesto que es un error, pero uno no veía otra forma de
resistencia”, afirmó hoy en declaraciones a la cadena Radio 10, en las
que aseguró que el “contacto con estas organizaciones se hacía en
Venezuela”.
Además, en una entrevista con el escritor argentino Martín Caparrós publicada
hoy en su blog Pamplinas, afirmó que durante la vigencia de las leyes de Punto
Final y Obediencia Debida se llegó a barajar el secuestro del represor
Emilio Massera, pero fue la propia Hebe de Bonafini quien frenó el
plan.
Aseguró que, “como en los viejos tiempos”, robaban
Se refirió también a la financiación de Madres de Plaza de Mayo. “Cuando
teníamos que salir a recaudar, salíamos a recaudar como en los viejos
tiempos: choreo (robo)”.
“En negocios, en supermercados más bien. Tratábamos de que fuesen
lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la
farmacia de la esquina”, aclaró en la entrevista con Caparrós.
“Fue un brevísimo tiempo (…) se pagaba la luz, los gastos médicos de
las madres, el gas de la casa, el agua, como podíamos”, insistió en
declaraciones a Radio 10.
Hebe de Bonafini “por supuesto, sabía, quedaba implícito que el
dinero aparecía mágicamente. Ella sabía de dónde venía, decía no me
digas qué hiciste”, sostuvo.
“Eso duró muy poco, fue muy breve y equivocado, pero fue cierto, pero
después, durante muchísimo tiempo, yo financiaba y sostenía desde el
casino. Yo iba, trabajaba, yo soy un brillante jugador de black jack, y
trabajaba todas las noches para poder pagar las cuentas al día siguiente”,
afirmó a la cadena de radio.
Sergio Schoklender conoció a Bonafini cuando él cumplía una condena
de 14 años por parricidio, entabló una estrecha amistad con ella y al
salir de prisión se convirtió en su mano derecha al frente de la Fundación
Madres de Plaza de Mayo.