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viernes, 16 de diciembre de 2011

Videojuego permite ser "espía" durante la lucha de independencia uruguaya


Las intrigas políticas, cambios sociales y sucesos bélicos que se desarrollaron en Uruguay en el inicio de su proceso independentista son la base de un nuevo videojuego destinado a que los niños uruguayos "espíen" en el pasado y aprendan a comprender los hechos históricos.

El juego, titulado "1811" y creado íntegramente en el país por la compañía de software Trojan Chicken, permite a los usuarios convertirse en un joven criollo de Montevideo que vive y termina involucrándose, como espía y conspirador, en los hechos que derivaron en la creación de la nación uruguaya, conociendo por el camino la situación que se vivía en aquella época.

El videojuego, que se puede descargar gratuitamente desde el sitio www.1811.com.uy, surgió por iniciativa de la Comisión del Bicentenario, organización responsable de organizar y dirigir los festejos que durante todo 2011 se han realizado en Uruguay en homenaje a los doscientos años del inicio de su proceso de independencia de la Corona española.

"El proyecto es un juego de rol y aventura clásico, y está pensado en principio para ser usado en los ordenadores escolares del Plan Ceibal, en el que se le entregó una computadora portátil a cada estudiante de la educación pública", explicó a Efe Juan Pablo Pisón, responsable de Trojan Chicken.

La idea es que el protagonista de la historia, "un hijo de españoles nacido en Montevideo", deambule por lo que era la "Banda Oriental" en aquella época, y así "se involucre y tome conciencia" del momento de creación del país.

"Se trata de que los niños, a través de la interactividad y el juego, crezcan en su conciencia de identidad personal y nacional, al tiempo que aprenden los hechos históricos y consideran de su repercusión en el presente", indicó Pisón.

Así, los jugadores primero tienen que moverse por el Montevideo realista sitiado por las tropas independentistas lideradas por José Gervasio Artigas, hablando e interactuando con comerciantes, frailes, esclavos, indios charrúas y conspiradores, conociendo cómo se vivía en aquella época y participando poco a poco en la historia.

"Todo el desarrollo del juego gira en torno a una historia de la que todo el mundo conoce el final. El desafío era cómo hacer para que, sabiendo el final, los niños se dejen contar un cuento de lo que pasó, y por eso este desarrollo de una historia paralela que tiene hilos en común con la historia real", dijo Pisón.

El desarrollo del software llevó casi nueve meses a los programadores de Trojan Chicken, una de las novísimas empresas uruguayas dedicadas a la programación informática dedicada fundamentalmente al diseño y desarrollo de juegos educativos.

Antes de "1811", la empresa ya tuvo un importante éxito con los videojuegos "División especial de detectives Uruguay" y "Los Cazaproblemas", el primero destinado al aprendizaje de la geografía del país y el segundo a las matemáticas.

"El éxito fue sorprendente, ya que hubo mas de 300.000 descargas de estos juegos, lo que equivale a casi todos los ordenadores del Plan Ceibal. Es decir, casi todos los niños uruguayos los probaron", destacó Pisón.

El director de Trojan Chicken apuntó que proyectos similares a estos podrían adaptarse sin mucho esfuerzo al resto de los países de América Latina, ya que solo habría que "considerar el contexto histórico", y subrayó que de lo que no hay dudas es de la capacidad "técnica" para desarrollar iniciativas de este tipo en Uruguay.

"El diseño de videojuegos sigue en pañales, no hay una academia de videojuegos y todos somos autodidactas y aprendemos trabajando. Pero no nos sentimos en desventaja, somos similares en cultura a EEUU y Europa, los mayores consumidores de juegos y nos sentimos cómodos trabajando en esto", apuntó.

El único problema que Pisón encontró para el desarrollo de grandes producciones de videojuegos en Uruguay fue "la falta de presupuestos" y que por eso se trabaja en proyectos reducidos que rondan entre los 50.000 y los 150.000 dólares.
EFE