Las intrigas políticas, cambios sociales y
sucesos bélicos que se desarrollaron en Uruguay en el inicio de su proceso
independentista son la base de un nuevo videojuego destinado a que los niños
uruguayos "espíen" en el pasado y aprendan a comprender los hechos
históricos.
El juego, titulado "1811" y creado íntegramente en el país
por la compañía de software Trojan Chicken, permite a los usuarios convertirse
en un joven criollo de Montevideo que vive y termina involucrándose, como espía
y conspirador, en los hechos que derivaron en la creación de la nación uruguaya,
conociendo por el camino la situación que se vivía en aquella época.
El
videojuego, que se puede descargar gratuitamente desde el sitio www.1811.com.uy, surgió por iniciativa de la
Comisión del Bicentenario, organización responsable de organizar y dirigir los
festejos que durante todo 2011 se han realizado en Uruguay en homenaje a los
doscientos años del inicio de su proceso de independencia de la Corona
española.
"El proyecto es un juego de rol y aventura clásico, y está
pensado en principio para ser usado en los ordenadores escolares del Plan
Ceibal, en el que se le entregó una computadora portátil a cada estudiante de la
educación pública", explicó a Efe Juan Pablo Pisón, responsable de Trojan
Chicken.
La idea es que el protagonista de la historia, "un hijo de
españoles nacido en Montevideo", deambule por lo que era la "Banda Oriental" en
aquella época, y así "se involucre y tome conciencia" del momento de creación
del país.
"Se trata de que los niños, a través de la interactividad y el
juego, crezcan en su conciencia de identidad personal y nacional, al tiempo que
aprenden los hechos históricos y consideran de su repercusión en el presente",
indicó Pisón.
Así, los jugadores primero tienen que moverse por el
Montevideo realista sitiado por las tropas independentistas lideradas por José
Gervasio Artigas, hablando e interactuando con comerciantes, frailes, esclavos,
indios charrúas y conspiradores, conociendo cómo se vivía en aquella época y
participando poco a poco en la historia.
"Todo el desarrollo del juego
gira en torno a una historia de la que todo el mundo conoce el final. El desafío
era cómo hacer para que, sabiendo el final, los niños se dejen contar un cuento
de lo que pasó, y por eso este desarrollo de una historia paralela que tiene
hilos en común con la historia real", dijo Pisón.
El desarrollo del
software llevó casi nueve meses a los programadores de Trojan Chicken, una de
las novísimas empresas uruguayas dedicadas a la programación informática
dedicada fundamentalmente al diseño y desarrollo de juegos
educativos.
Antes de "1811", la empresa ya tuvo un importante éxito con
los videojuegos "División especial de detectives Uruguay" y "Los Cazaproblemas",
el primero destinado al aprendizaje de la geografía del país y el segundo a las
matemáticas.
"El éxito fue sorprendente, ya que hubo mas de 300.000
descargas de estos juegos, lo que equivale a casi todos los ordenadores del Plan
Ceibal. Es decir, casi todos los niños uruguayos los probaron", destacó
Pisón.
El director de Trojan Chicken apuntó que proyectos similares a
estos podrían adaptarse sin mucho esfuerzo al resto de los países de América
Latina, ya que solo habría que "considerar el contexto histórico", y subrayó que
de lo que no hay dudas es de la capacidad "técnica" para desarrollar iniciativas
de este tipo en Uruguay.
"El diseño de videojuegos sigue en pañales, no
hay una academia de videojuegos y todos somos autodidactas y aprendemos
trabajando. Pero no nos sentimos en desventaja, somos similares en cultura a
EEUU y Europa, los mayores consumidores de juegos y nos sentimos cómodos
trabajando en esto", apuntó.
El único problema que Pisón encontró para el
desarrollo de grandes producciones de videojuegos en Uruguay fue "la falta de
presupuestos" y que por eso se trabaja en proyectos reducidos que rondan entre
los 50.000 y los 150.000 dólares.
EFE