dpa) Los venezolanos elegirán el domingo al candidato que enfrentará al presidente Hugo Chávez en los comicios de octubre y apenas se anuncie el ganador de la consulta opositora arrancará una nueva batalla electoral que se prevé dura y sin cuartel, según dijeron analistas.
Las primarias opositoras serán unas elecciones abiertas al país con cinco candidatos,aunque dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de Chávez, enviaron mensajes públicos prohibiendo a su militancia participar en el inédito evento del domingo.
La campaña proselitista para las primarias avanzó en un ambiente de consenso, sin ataques excesivos entre los aspirantes, que a su vez centraban sus arremetidas contra Chávez en temas puntuales.
El gobernador del estado central de Miranda, Henrique Capriles, favorito para ganar la consulta, mantuvo un discurso de apertura, de baja intensidad en el debate, en un esfuerzo por dejar abierta su opción para indecisos e incluso simpatizantes del mandatario bolivariano.
Se refirió a Chávez, quien busca una segunda relección, como “alguien que habla todo el día, mientras nosotros trabajamos”.
Algo parecido hizo el gobernador de Zulia, Pablo Pérez, quien se definió como el abanderado del “pueblo” que puede confrontar a Chávez en sectores populares y denunció una “invasión” de cubanos por los acuerdos de cooperación entre Caracas y La Habana.
Por su lado, la diputada María Corina Machado vio un repunte en su apoyo luego de decirle al presidente que su política de expropiaciones de grandes empresas es un “robo”, todo en una cadena nacional de radio y televisión cuando Chávez presentaba el balance de su gobierno de 2011.
El ex diplomático Diego Arria denunció a Chávez en el Tribunal Penal Internacional y su lema era “nos vemos en La Haya”, mientras que el dirigente de izquierda Pablo Medina alertó que el presidente prepara “un golpe de Estado”, desconociendo eventualmente su derrota el 7 de octubre.
Analistas dijeron que la campaña de las primarias tuvo un perfil que después del 12 de febrero deberá cambiar, pues el candidato ganador deberá confrontar con Chávez, un presidente con 13 años en el poder, recursos, simpatizantes en los poderes y una experiencia de más de 12 eventos electorales.
Indicaron que la enfermedad de Chávez, un cáncer que le diagnosticaron el año pasado en la región abdominal, estará presente en la nueva contienda política.
Chávez afirmó el viernes que todavía no ha entrado en campaña por su relección, a pesar de que aproveche sus constantes apariciones públicas para desacreditar a la oposición y a sus abanderados.
“Ninguno de los candidatos de la derecha tiene la más mínima capacidad, yo creo que ni para ser un buen alcalde y pretenden ser presidente. Yo no ando en campaña electoral todavía, los que andan en campaña son otros, yo ando en mis tareas pero también tengo derecho de hablar, no me voy a quedar callado”, alegó.
Agregó que cualquier abanderado que presente la oposiciónserá el candidato de la “contra-independencia” del país.
“Yo voy a batallar. A mí me gusta esta batalla (electoral). Vayan preparándose. El candidato contrario que salga será el candidato de la contra-independencia, ni siquiera del capitalismo. El tema será si somos libres o somos colonia”, afirmó.
El analista político Diego Bautista Urbaneja dijo que el tipo de campaña de la oposición para las presidenciales dependerá mucho de quien gane las primarias y por cuántos votos.
“Según sea el ganador, pondrá énfasis en algunos temas. Si su ventaja es pequeña deberá escuchar a los partidos del acuerdo y si es grande se sentirá con más libertad para desarrollar sus ideas. Un tema que estará presente es el cáncer de Chávez. El candidato limitará sus ataques”, dijo a la dpa.
A su vez, el analista Fernando Egaña indicó que después de las primarias los sectores políticos deben terminar con el debate de “izquierda y derecha” dentro de la oposición.
El periodista y analista Manuel Felipe Sierra comentó que la campaña de las primarias fue algo parecido a “bailar con la hermana” por el consenso entre candidatos, pero que ahora viene otra etapa de mayor confrontación.
“El ganador tiene que ser muy fuerte, modificar su discurso, que ha sido moderado. Debe saber que enfrentará a lo que se llama en boxeo un ‘fajador’. Ya no será el baile con la hermana. Tiene que confrontar”, señaló.