El director de la ONG Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, informó que el Estado no logra cubrir las necesidades alimentarias de la población carcelaria e indicó que el 80% de los privados de libertad subsisten con lo que sus familiares les llevan durante las visitas.
Asimismo, manifestó que la medida tomada por la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, en no permitir la entrada de alimentos a los familiares de los reclusos que están en el Rodeo I, en Miranda, y en el Centro Penitenciario de la Región Andina, en Mérida, es una decisión improvisada.
Nieto Palma expresó que “los familiares son los principales proveedores de los presos en las cárceles, porque desde hace muchos años la comida que se sirve en los penales es de mala calidad. De hecho, los familiares han ayudado a solucionar este problema, que es apenas uno de los tantos que tiene el sistema penitenciario venezolano”.
Recalcó que la prohibición en estas dos cárceles es para probar la resistencia de los reclusos eimplementar la medida en los demás centros carcelarios.
Carlos Nieto Palma acotó, además, que esto sucede con “las pernoctas, primero lo anuncias en cinco cárceles y poco a poco lo extiendes a las demás“.
Con información del diario El Nacional