La publicitada amistad entre los presidentes de Venezuela y Colombia, Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, respectivamente, fue abordada por el presidente de partido político Un Nuevo Tiempo, Omar Barboza, quien, en una suerte de reflexión, analiza la diplomacia entre las naciones hermanas en la última década.
La presunta operatividad de grupos irregulares pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en territorio venezolano y otros aspectos de interés son tomados en cuenta en este artículo que llegó a esta redacción y copiamos íntegramente a continuación:
Dos países hermanos como Colombia y Venezuela deben hacer lo posible por tener unas buenas relaciones orientadas por la sentencia de ese gran mexicano que fue Don Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, principio válido tanto para las relaciones personales como para las internacionales. Varios hechos que han signado esas relaciones a partir de estar en el poder el Presidente Santos, hacen que el desarrollo de las mismas trasmitan una imagen extraña, indescifrable, que sugieren un trasfondo desconocido y curioso.El Presidente Santos fue el Ministro de la Defensa del Presidente Uribe que ordenó el bombardeo al territorio ecuatoriano que terminó con la vida del ex – canciller de las Farc Raúl Reyes, hecho que produjo la protesta del Presidente Chávez en solidaridad con el Ecuador por la violación de su territorio, al extremo de ordenar la movilización de tropas venezolanas hacia la frontera del país hermano. El Presidente Chávez condenó la decisión del Presidente Uribe de gestionar el ingreso de Colombia al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Igualmente la intención del Presidente Uribe de permitir la presencia militar norteamericana en territorio colombiano para cooperar en el combate al narcotráfico y a la guerrilla.Sin embargo, el Presidente Santos llega al poder, mantiene la presencia militar norteamericana en territorio colombiano, es el Presidente de Colombia que formaliza el ingreso de su país al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, y sin embargo se presenta como “el nuevo mejor amigo del Presidente Chávez” quien se identifica con el régimen de los Castro en Cuba, y considera que quien tenga alianza con los Estados Unidos es un apátrida.Pero se acaba de producir un hecho que pone a prueba esa relación, partiendo del principio de que cada Presidente representa y defiende los intereses de su país, y es parte de unas relaciones internacionales respetuosas de la soberanía y del derecho a la paz interna de cada nación.Según las autoridades colombianas, los guerrilleros que dieron muerte a 12 militares colombianos en la zona de la guajira perteneciente a ese país, salieron de territorio venezolano donde tienen un buen tiempo, ejecutaron ese ataque y regresaron a Venezuela. El Presidente Chávez dijo que ordenó a nuestras fuerzas armadas verificar la denuncia colombiana y de ser cierta tomar medidas contra ellos.Ahora bien, en Táchira y Apure se conoce de la presencia guerrillera. En el caso del Zulia, en cualquier lugar de la Machiques – Colón saben que frente a la población de El Cruce se mantiene un importante grupo del ELN. Más cerca de Maracaibo es vox populi la presencia de las FARC en una zona que va desde la Guajira hasta las cabeceras de los ríos Socuy y Guasare, cubriendo la zona de la Represa El Diluvio, de la población de la Villa del Rosario, los alrededores del pueblo de Arimpia, y se desplazan hasta una zona que está alrededor del Kilómetro 56 de la carretera que va de Maracaibo a la Villa del Rosario. Cualquier conversación privada con un productor o poblador de esas zonas sirve para confirmar esa realidad que estamos viviendo.Estamos convencidos de que es imposible que los Presidentes de Venezuela y Colombia a través de sus órganos de inteligencia no se hayan enterado de la presencia de esos grupos armados en territorio venezolano, lo que no entendemos es por qué lo permiten y en el caso venezolano se tiene una actitud de las fuerzas armadas contraria a su misión constitucional. Ha sido necesario que ocurra este lamentable hecho que deja 12 militares colombianos muertos para que los Presidentes deban reconocer ese hecho y actuar en consecuencia.Consideramos contrario al interés nacional de Colombia y de Venezuela, que por razones de afinidad ideológica, por una parte, o por un cálculo táctico por la otra parte, se construya una relación entre ambos países fundamentada en la mentira y el disimulo, sacrificando los objetivos estratégicos de largo plazo de ambos países que deben estar orientados al logro del progreso en paz y con libertad para ambas naciones.La hermandad entre nuestros dos países se debe consolidar con la verdad como invitada permanente en la mesa del diálogo bilateral, llegando a considerar la verificación de los hechos por organismos confiables para ambas partes, una conducta contraria de los involucrados puede conducirnos a una confrontación entre pueblos hermanos que solo pudiera explicar un manejo irresponsable de este grave asunto por ambos gobiernos que no tienen derecho a conspirar contra la hermandad sincera entre los dos pueblos.No corregir lo que está ocurriendo nos haría llegar a la conclusión de que las relaciones actuales entre Venezuela y Colombia se desarrollan dentro de un baile de disfraces.
