El ejército sirio bombardeaba intensamente este viernes los suburbios del este de Damasco, reducto de la rebelión, en un nuevo intento de desalojar a los insurgentes que se acercan a la capital, según una ONG opositora, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El ejército está "determinado a aplastar al terrorismo en torno a la capital y en las grandes ciudades", había afirmado el diario Al Watan, afín al régimen de Bashar Al Asad.
El jueves, 161 personas --65 civiles, 59 rebeldes y 37 miembros de las tropas del régimen-- murieron en todo el país, azotado desde marzo de 2011 por un sangriento conflicto que ha dejado según la ONU más de 60.000 víctimas mortales.
La provincia de Damasco, en particular las zonas al este de la capital, son la base de retaguardia de la rebelión armada, que desde hace meses intenta estrechar el cerco en torno a la capital y acceder a ella.
Por otro lado, unos 5.000 sirios abandonan cada día su país para huir de la guerra, declaró el viernes en Ginebra una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En total, unos 787.000 sirios han sido registrados como refugiados por el ACNUR, una cifra en alza respecto a la de diciembre (515.000).
A fines del año pasado, la ONU declaró que temía que el número de refugiados sirios en los cuatro países vecinos alcanzara los 1,1 millones el próximo mes de junio si el conflicto no terminaba.AFP
