Michelle Knight, una de las mujeres que estuvo cautiva en Cleveland (EEUU) durante más de una década, dijo hoy que Ariel Castro, su secuestrador, le "robó" 11 años de su vida, que le puede perdonar, pero "nunca" olvidará, y que merece pasar el resto de su vida en prisión.
"Lloré cada noche, los años se volvieron una eternidad", contó entre sollozos Knight durante la audiencia en la que hoy se conocerá la sentencia contra Castro.
"Nadie debería tener que pasar por lo que yo pasé", agregó al recordar que cuando fue secuestrada en 2002 tenía un hijo de apenas dos años que se quedó "muy solo".
Ariel Castro, quien se ha declarado culpable de violar, maltratar y secuestrar durante una década a tres mujeres de Cleveland (Ohio, EE.UU.), dijo hoy que no es "un monstruo" y que está "enfermo", durante la audiencia en la que se conocerá su sentencia.
"Creo que yo soy también una víctima", sostuvo Castro, de origen puertorriqueño, vestido con un mono naranja y con una prominente barba.
Castro, quien puede ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, relató que sufrió abusos sexuales cuando era joven y habló también de su adicción a la pornografía.
"No estoy tratando de poner excusas. Sé que obré mal, pero no soy una persona violenta", indicó.
Castro relató que en la casa en la que mantuvo secuestradas a las tres mujeres había "armonía" y que las acusaciones de abusos sexuales son "falsas", puesto que, según él, "muchas veces" ellas le pidieron tener sexo.
De origen puertorriqueño y exconductor de un autobús escolar, Castro se declaró culpable de 937 cargos de los casi 1.000 que enfrentaba después de que su defensa llegara a un acuerdo con la fiscalía para evitar la pena de muerte y puede ser condenado hoy a cadena perpetua sin opción a libertad condicional.
Las tres víctimas, Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús, fueron secuestradas cuando aún eran menores de edad en los años 2002, 2003 y 2004, y recuperaron la libertad en mayo pasado.
El pasado 6 de mayo, en un descuido de Castro, Berry logró escapar y pedir auxilio a gritos y un vecino, Charles Ramsey, acudió en su rescate y ayudó a la joven a romper la puerta de la casa en la que estaba secuestrada.
Berry dijo a sus rescatadores que en la casa había más personas recluidas contra su voluntad: DeJesús, desaparecida en 2004 con 14 años; Knight, cuyo rastro se perdió en 2002, cuando tenía 20; y su propia hija, de seis años, fruto de los abusos de Castro.
EFE