Los católicos de EE UU apoyan el cambio de prioridades que defiende Francisco
La mayoría de los católicos de Estados Unidos comparte el deseo del papa Francisco de que la Iglesia abandone el excesivo interés por asuntos sociales como el matrimonio homosexual, los métodos anticonceptivos o el aborto, que han polarizado su atención, de acuerdo con el Pontífice, en los últimos años. Una encuesta publicada este viernes por el prestigiosa universidad Quinnipiac, concluye que el 68% de los interpelados cree que los intereses de la comunidad católica deberían concentrarse en temas menos polémicos.
“A los católicos de EE UU les ha gustado escuchar que el papa Francisco quiere que la Iglesia deje de hablar de asuntos como el matrimonio homosexual o el aborto”, declaró Maurice Carroll, el director del Instituto de Sondeos de la universidad Quinnipiac. Hace unos días, el Pontífice se lamentó en la publicación jesuita Civiltà Cattolica de que la Iglesia se hubiera obsesionado por asuntos que no preocupaban a la comunidad católica y advirtió sobre la necesidad de encontrar “un nuevo equilibrio” entre las misiones espirituales y políticas de la Iglesia, haciéndola “más acogedora y propicia para todos” para evitar que su base moral “se desplome como una casa de naipes”. “No podemos insistir sólo en asuntos que dividen como el aborto, el matrimonio homosexual o los anticonceptivos. No es necesario hablar de eso todo el tiempo”, insistió Francisco.
Las palabras del papa Bergoglio también fueron bienvenidas por elobispo de Nueva York y jefe de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el cardenal Timothy Dolan. “El ha logrado atraer la atención de todo el mundo”, señaló el domingo pasado en su homilía en la catedral neoyorquina de San Patricio. Sin embargo, Dolan no considera que las declaraciones del Pontífice apunten a un cambio de doctrina. “Lo que está diciendo es que debemos pensar de manera más efectiva. Porque si la Iglesia aparece siempre reconviniendo o en actitud de amonestar, eso sólo puede ser contraproducente”.
Con 78,2 millones de fieles, segúndatos de la Universidad de Georgetown, la religión católica es la que cuenta con mayor número de seguidores en EE UU que es, después de Italia, el segundo país del mundo en número de sacerdotes. La mayoría de los católicos de este país, el 89%, de acuerdo con la encuesta de Quinnipiac, tiene una visión “muy favorable” del nuevo papa, algo que contrasta con la valoración negativa con la que despidieron a su predecesor, Benedicto XVI, del que el 63% censuró su actitud ante la pederastia, de acuerdo con un estudio del centro Pew, publicado en los estertores de su pontificado.
El presidente de EE UU, Barack Obama, cristiano protestante, también ha alabado la figura de Francisco del que reconoció que le había “impresionado enormemente”, durante una entrevista ofrecida el pasado miércoles a la cadena CNBC. “Parece una persona que vive de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo. Tiene una humildad increíble, y un impresionante sentido de la empatía, al menos hacia los más desfavorecidos. Además es alguien que trata de aceptar a las personas, en lugar de alejarlas, de buscar la bondad que hay en ellas en lugar de condenarlas”, señaló el presidente.
Varias de las decisiones que Obama ha adoptado en el pasado reciente, como su defensa del matrimonio homosexual o la obligación de las empresas e instituciones de subvencionar los métodos anticonceptivos de sus empleadas, han generado una fuerte oposición entre los grupos religiosos, con la Iglesia católica a la cabeza, que ha denunciado en los tribunales la parte de la reforma sanitaria del presidente que impone a los hospitales y centros educativos católicos que permitan el acceso a sus trabajadores a métodos de control del embarazo, entre ellos la píldora del día después. Esa parte de la ley sanitaria de Obama ha levantado ampollas entre la comunidad católica estadounidense. Los obispos católicos han abanderado una campaña que presenta al presidente Obama como a mayor amenaza contra la libertad religiosa.
Pese a esta actitud por parte de la jerarquía eclesiástica de EE UU, los fieles de base sí parecen decantarse por actitudes más tolerantes hacia esos asuntos sociales polémicos de los que, el papa Bergoglio, prefiere apartarse. Según el sondeo de la universidad Quinnipiac, el 60% de los católicos está a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, en comparación con el 56% de los encuestados que no profesan esa religión. El 52% de los católicos considera que el aborto debería ser legal el muchos supuestos, frente al 53% de la población no católica que opina igual.
ELPAIS