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sábado, 1 de febrero de 2014

ECONOMIA

Sacyr y Panamá amplían al 4 de febrero el plazo para llegar a un acuerdo

Tras una semana de intensas negociaciones, el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) han cruzado ofertas y contraofertas para desbloquear las obras de ampliación del Canal. Las partes se habían dado de plazo hasta este sábado para un acuerdo, pero una vez que las partes han acercado sus posiciones, decidieron ampliar hasta el martes, 4 de febrero, el plazo para la negociación.
La ACP ha admitido, con matices, dos puntos clave, pero falta ver si es posible cerrar los flecos que separan su postura de la del consorcio.
En primer lugar, las autoridades del Canal aceptan que la garantía de Zurich (aval de cumplimiento operformance bond) de 400 millones de dólares (en torno a 300 millones de euros) que en principio servía para asegurar la culminación de las obras quede transformada en una garantía financiera para que el consorcio logre financiación para el proyecto. El consorcio GUPC, de este modo, pediría un préstamo por esa cifra (a bancos panameños e internacionales) que destinaría a las obras. La financiación liberada quedaría en depósito hasta que vaya siendo usada en la ampliación. En este punto el acuerdo entre las partes es casi total. Inicialmente, la ACP sondeó a Zurich por si estaba dispuesto a pagar los 400 millones por la suspensión de las obras de modo que pudiera buscar otro contratista, pero la firma aseguradora rechazó ese plan b del Canal, alegando que sería necesario antes un complejo análisis económico y jurídico. Zurich abogó por un acuerdo entre las partes.
El consorcio, por su parte, quiere que los anticipos no se devuelvan hasta que los arbitrajes diriman en qué medida cada parte debe hacerse cargo de los sobrecostes imprevistos, cifrados en 1.625 millones de dólares.Si tuviesen que devolverse a medida que avance la ampliación, la liquidez que fuesen generando las certificaciones de obra se iría en devolver esos anticipos. El consorcio tampoco estaría en disposición de devolver de un golpe todos los anticipos al entregar la obra, porque tendría muy complicado obtener fuentes de financiación para ello.En segundo lugar, el Canal admite ampliar la moratoria de los anticipos que ha facilitado al consorcio por 784 millones de dólares. Pero en este asunto no hay acuerdo sobre la fecha. La ACP quiere que los anticipos se devuelvan íntegros a la fecha prevista de fin de la obra: 30 de junio de 2015. Una parte, incluso, se iría devolviendo antes, en pagos mensuales.
La solución, por tanto, sería que la ACP fuera pagando las certificaciones de obra hasta la culminación del proyecto y pospusiese la devolución de los adelantos. De momento, ha pagado algo más de 2.000 millones de dólares. Iría desembolsando el resto hasta los 3.300 millones en que está cifrada la obra del tercer juego de esclusas (el presupuesto inicial sufrió revisiones automáticas al alza por costes laboraales y de personal).
La devolución de los anticipos, de esos 784 millones, esperaría a que acabasen las disputas sobre los sobrecostes, que tienen tres instancias: la reclamación directa a la ACP (que hasta ahora ha rechazado todas las peticiones), un mecanismo arbitral o de mediación penameño previsto en el contrato (la junta de resolución de disputas) y el arbitraje internacional, a realizar en Miami. Si los procesos arbitrales se van resolviendo por fases, ya se podrían ir haciendo los ajustes necesarios.
Cada parte está dispuesta además a aportar 100 millones de dólares extra de liquidez, pero de nuevo la ACP quiere que se devuelvan en junio de 2015.Con la contraoferta del consorcio que este viernes tenía la ACP sobre la mesa, cada parte financiaría temporalmente la mitad de los sobrecostes sin que para el Canal eso supusiera ningún riesgo extra porque la recuperación de sus anticipos está garantizada mediante avales (cartas de crédito a primer requerimiento). El consorcio considera que en todas las obras es el cliente el que debe financiar la construcción y a su juicio, correr con la mitad de la financiación de los costes extra (de forma directa y mediante el préstamo) ya es un esfuerzo considerable.
Un acuerdo es visto por todas las partes como la solución más rápida y eficiente para terminar las obras del tercer juego de esclusas, la parte más importante de las obras de ampliación del Canal de Panamá. En caso de ruptura, las obras podríaan retrasarse años, con lo que además el Canal perdería ingresos. EL PAIS